Los globos aerostáticos son una buena alternativa a los satélites cuando no hay dinero para la tecnología más avanzada. Así lo demuestra Ecuador, con una serie de ambiciosos proyectos de comunicaciones en los que la imaginación reemplaza la carencia de recursos.
Hace un año, científicos y militares ecuatorianos unieron esfuerzos para completar el proyecto denominado Plataforma de Gran Altitud (PGA), que por su diseño es pionero en Latinoamérica. Esta iniciativa busca reemplazar con globos no tripulados las funciones de los satélites en lo relativo a telefonía, Internet, vigilancia territorial, monitoreo de zonas agrícolas y en eventuales desastres naturales.
El costo del desarrollo del proyecto es de 3,9 millones de dólares, un monto mínimo comparado con los 72 millones de dólares que destinó Chile para adquirir y poner en órbita su primer satélite en el 2010.
A su vez, ese país impulsa un proyecto académico sustentado por las universidades de la Frontera, de Chile, y Tecnológica Metropolitana, para construir un sistema de telecomunicaciones basado en globos, que actúan como antenas repetidoras de telecomunicaciones.
Uno de los científicos que participa en el proyecto PGA, Robin Alvarez, dijo que Ecuador "busca reemplazar un satélite geoestacionario con globos aerostáticos". "La gran diferencia es que con este sistema no necesitamos plataformas de lanzamiento, porque es un simple globo elevado con helio. Esa es la idea fundamental", expresó.
Asimismo, añadió que la idea es ubicar una red de globos "en la estratósfera (entre 15 y 20 kilómetros) para que cumplan las mismas funciones que los satélites".
El director del proyecto por el lado militar, coronel Edgar Jaramillo, afirmó que "usar este tipo de aeronave rompe un paradigma mundial. Hemos tomado una vieja tecnología que comenzó por los años 1900 con los Zeppelín, y la hemos proyectado hacia utilidades satelitales", dijo en referencia al invento del conde alemán Ferdinand von Zeppelin , los globos dirigibles.
Un pequeño aeropuerto andino casi en desuso es la base de pruebas de los estos globo, cerca de la ciudad de Ambato, a 120 kilómetros al sur de la capital. Para el desarrollo de este proyecto la Secretaría Nacional de Ciencia y Tecnología fijó un financiamiento de 3,9 millones de dólares en el 2008. Previamente, ese organismo se caracterizaba por financiar iniciativas agrícolas, y es la primera vez que invierte en un proyecto tecnológico aeroespacial.
Jaramillo precisó que los globos "tendrán unos 54 metros de largo, serán capaces de elevarse hasta unos 20 kilómetros de altura para cumplir una diversidad de tareas, que aparte de las telecomunicaciones, internet y monitoreo de suelos y de eventuales desastres, podrá vigilar la frontera".
Esto permitirá que servicios telefónicos e Internet pueda llegar a unas 3 millones de personas, que viven "en lo páramos andinos y en la amazonia", a donde no llegan tales prestaciones por los altos costos de instalación y la baja densidad poblacional.
Por su parte, el director científico del proyecto, Eduardo Avalos, de la universidad Politécnica Nacional, señaló que "las aplicaciones de los globos son de todo tipo, desde telecomunicaciones hasta el control de fronteras. Su uso queda abierto a la imaginación de los usuarios". "Pueden interconectarse entre sí, formar redes y monitorear diferentes sectores de interés", afirmó.
El coronel Patricio Vinueza, encargado de la aeronáutica de esta iniciativa, dijo que las aeronaves "tendrán un máximo de autonomía de vuelo de una semana", y tendrán un tiempo de vida útil de 5 años.
Uno de los retos es proveer de energía a los globos en la estratosfera. Es por eso que se estima aprovechar la energía solar a través de un sistema de paneles instalados en el lomo de cada nave.
El proyecto registra un avance del 50 por ciento, y debe ser terminado en diciembre del 2010. Sin embargo, los globos se elevarán en fase experimental desde julio de ese año.
Brasil también ha explorado esta tecnología desde el centro de investigaciones de San Carlos, donde desarrollaba el proyecto denominado Aurora, para vigilancia de la amazonia con globos. Actualmente está parado.
Estados Unidos , Japón y la Unión Europea, esta última para protección de bosques y temas agropecuarios, llevan la delantera en estos emprendimientos. Sin embargo, disponen de presupuestos enormes y, en algunos casos, bajo responsabilidad de la empresa privada.
Avalos dijo que "hay interés del gobierno en construir un nanosatélite (un satélite de menos de 10 kilogramos)", pero que eso se definirá a mediano plazo. Para tal proyecto tanto científicos como militares buscarán contar con la experiencia que les brindará esta plataforma basada en los globos aerostáticos.
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