La venta de casas ya habitadas (no de reciente construcción) creció un 10.1% en Estados Unidos durante el pasado octubre, según datos de la Asociación Nacional de Inmobiliarias, lo que ha despertado la esperanza de que el mercado local pueda estar mejorando.
Esta organización asegura que se alcanzará la tasa anual de ventas de 6.1 millones de viviendas, mientras que en septiembre se calculó que sólo se venderían 5.54 millones.
Se trata de la subida más alta en más de dos años, mucho mayor de lo que los analistas esperaban.
Tipos bajos, ventajas fiscales
Algunos analistas estiman que tiene que ver con los beneficios fiscales que el gobierno decretó para quienes compraran su primera casa. Este programa tendría que haber terminado en noviembre, pero fue extendido hasta el 30 de abril de 2010.
"Muchos compradores se apresuraron a adquirir la vivienda antes de que venciera el plazo previsto, así que podríamos ver otra subida similar durante el mes de noviembre", dijo Lawrence Yun, director económico de la Asociación Nacional de Inmobiliarias.
También habrían ayudado los bajos tipos de interés, según esta organización, ya que las tasas hipotecarias se colocaron a su tercer nivel más bajo desde 1971.
Además, la oferta de viviendas en el mercado está a sus niveles más bajos en dos años y medio, lo que implicaría que se está encontrando "un equilibrio entre compradores y vendedores".
Sin embargo, Yun advirtió que la venta de casas podría bajar en los próximos meses."Con una subida tan repentina es posible que veamos una caída en diciembre y a comienzos del año próximo, antes de ver otro ascenso en las ventas en primavera y principios de verano", aseguró.
El principal mercado bursátil de EE.UU., el Dow Jones, no contuvo su optimismo. Este lunes creció 133 puntos -un 1,3%- tras conocer la vertiginosa venta de casas, y cerró con 10.450.
¿Y si acaba el estímulo?
El mercado inmobiliario jugó un papel muy importante en la crisis económica y la recesión en el país, pero ahora hay temores de que estos buenos datos se deban sólo a los incentivos especiales, explicó el corresponsal económico de la BBC Andrew Walker.
El principal miedo es que este rápido crecimiento se disipe cuando se ponga fin a los programas de estímulo de los mercados.
Si por el contrario esta actividad se mantiene y viene acompañada de una recuperación del precio de las casas, podría amortiguar las pérdidas sufridas por los bancos, que en parte entraron en crisis porque muchos compradores eran incapaces de pagar sus hipotecas.
Si el precio de los hogares sube, explicó Walker, los inquilinos tendrán un incentivo para seguir pagando sus cuotas mensuales y además podría potenciar el consumo de bienes y servicios estadounidenses.
No hay comentarios:
Publicar un comentario