FarmVille de Facebook en entredicho: menores y micropagos, mala combinación

Fuente: Game Under.

Techcrunch.com acusa a FarmVille de hacer “cientos de millones de dólares” aprovechándose de inocentes menores. ¿En serio, tanto?

Si eres habitual de la red social más popular del planeta, Facebook, seguramente te has encontrado que alguno de tus amigos o conocidos juega a Farmville, un juego de simulación gratuito (en principio) donde la cosa parece que va de cultivar campos, plantar vegetales y cuidarlos como si fuesen hijos.

El jueguecito parece un pasatiempo menor, pero desde que fue lanzado en Junio ha cosechado (y nunca mejor dicho) 63 millones de usuarios, bastantes de los cuales son adolescentes. Según Zynga, la compañía que realizó el juego, tanto usuario plantando lechugas y tomates compran una media diaria de 500.000 tractores para sus 40 millones de granjas: una cifra 20 veces superior al número total de granjas en Estados Unidos.

Zynga está ahora siendo señalada por querer sacar un provecho económico de su juego con el conocido sistema de micropagos. Los usuarios que llegan al juego son agraciados con algunas monedas virtuales con las que pueden comprar tractores, semillas y otros aparejos del campo para evolucionar más rápido en su partida. Después, siempre pueden utilizar su VISA para comprar más de esas “monedas del juego” con las que comprar bonos especiales como los descritos. El sistema no es nuevo, lo usan multitud de juegos hoy día (Evony, por ejemplo), pero las críticas que están llegando a la compañía han merecido incluso que el periódico británico The Guardian se haga eco.

El que está armando el alboroto es Techcrunch, un portal que dice que Zynga está beneficiándose de usuarios menores de edad que son engañados con el confuso sistema de micropagos. Estos, que generalmente no tienen acceso a tarjetas de crédito, pueden usar sus móviles o bien ofertas de otros anunciantes como Boku, donde cualquiera puede registrarse aunque en teoría anuncian que sus servicios son para mayores de 13 años. Además, hay una especie de trampa en todo esto: si te registras con Boku o alguno de esos anunciantes externos, debes consignar una forma de pago por si quieres adquirir esas ventajas posteriormente, pero si olvidas cancelar la orden de pago cuando termina el periodo de prueba, tu VISA o teléfono puede ser cargado como una renovación automática.

El Presidente de Zynga no lo ve mal: “Hay muchos usuarios que no tienen acceso a sistemas de pago online pero están interesados en hacer compras en el juego, así que estos anuncios son buenos para ellos”.

Mientras tanto, Facebook se lava las manos porque en principio los menores de 13 años no pueden siquiera usar su web, así que nada les mueve a cuidarse de ellos.

De todo esto se saca un aprendizaje que dábamos por sabido, pero que continuamente reaparece en la prensa. Lo que decía el tío de Spiderman, ni más ni menos: un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Internet es una herramienta como no la ha conocido la raza humana desde que tuvo a bien salir del mar, pero hay que usarla con responsabilidad, y si tenemos menores a nuestro cargo, conviene educarles y enseñarles que ciertas cosas no son precisamente un juego: como dar nuestro número de móvil y otros datos personales por ahí.