Fuente: La Vanguardia.
El creador del teléfono móvil, Martin Cooper, afirmó en Madrid, durante la inauguración de la 31 Conferencia Internacional de Autoridades de Protección de Datos y Privacidad, que, pese a todos los avances que se han hecho en los últimos años y la creación de inventos como Facebook o Twiter, todavía se está "en el umbral" de la verdadera revolución digital.
Así, señaló que inventos como las redes sociales no han tenido tantas implicaciones en la vida real de los consumidores como el teléfono móvil, que usan 4.000 millones de personas en todo el mundo, e indicó que para traspasar ese "umbral" y superar los 15 años que ya dura "la promesa de la revolución digital" hay que conseguir abaratar la tecnología.
En este sentido, apuntó que hay que conseguir que la tecnología "sea cien veces más barata" para superar el "problema de coste" que está retrasando el inicio de la revolución digital. Asimismo, Cooper indicó que hay que pasar de los "dispositivos universales que hacen de todo, pero no demasiado bien" -en referencia a los móviles con múltiples aplicaciones- a "dispositivos más especializados".
Por otro lado, el reciente ganador del Premio Príncipe de Asturias se mostró convencido de que en un futuro la tecnología puede "ahorrar miles de millones de euros" a los estados. Así, enseñó un aparato del tamaño de un parche para dejar de fumar, que es capaz de medir los niveles de azúcar, las calorías ingeridas y otros 39 parámetros de la persona que lo lleva. Asimismo, el aparato puede mandar esos datos al ordenador de un hospital para que la persona esté constantemente controlado, explicó Cooper.
Rubalcaba: "Al Qaeda no sería lo mismo sin internet"
El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, negó durante su participación en el seminario que la sociedad española viva "vigilada", sino "protegida" al tiempo que admitió que en las redes de comunicación actuales hay datos fundamentales para las investigaciones policiales "a los que no se puede renunciar", aunque, según dijo, respetando siempre la privacidad de la gente. "No nos encontramos en una sociedad vigilada, en lo que estamos es en una sociedad protegida", aseguró el ministro.
El ministro no ocultó que en estas redes de comunicación "hay datos fundamentales para las investigaciones policiales a los que no se puede renunciar". "Las fuerzas de Seguridad no pueden renunciar a los datos de las redes de comunicación, pero no podemos olvidarnos de la privacidad de la gente", matizó.
A su entender, atentados como el 11-S en Nueva York, el 11-M en Madrid o el 7-J en Londres "crearon un sentimiento de inseguridad y probó que no hay santuarios de la seguridad". En ese sentido, se refirió a la globalización como el sistema en el que opera este terrorismo internacional y llegó a decir que "Al Qaeda no sería lo mismo sin los grandes medios de comunicación y, en concreto, sin Internet". Para Rubalcaba, no todos los Estados han preservado de igual modo el equilibrio entre la privacidad y la seguridad.
La 31 Conferencia Internacional de Autoridades de Protección de Datos y Privacidad, que cuenta con más de 1.000 participantes y en el que están presentes alrededor de 83 países, fue inaugurada por el Príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, quien consideró "prioritario" fijar un "marco adecuado de protección" para evitar que el "vertiginoso desarrollo tecnológico" afecte negativamente a los ciudadanos.
En este sentido, apuntó que hay que dar el "salto" de decir que proteger la privacidad de los usuarios es "necesario" a que la protección de ese derecho "sea una auténtica realidad", ya que, debido a que los marcos regulatorios que protegen los derechos de las personas en Internet "son recientes, se corre el riesgo de que los ciudadanos titulares de esos derechos no sean capaces de ejercerlos".
Además, el Príncipe de Asturias hizo especial hincapié en la necesidad de proteger los derechos de los menores en la Red. Concretamente, afirmó que hay que "prevenir el impacto" que las nuevas tecnologías puedan tener en "la formación y el desarrollo" de los menores, para que utilicen la Red de una forma "segura y responsable". Por su parte, el director de la Agencia Española de Protección de Datos, Artemi Rallo, señaló que "más seguridad no debe traducirse en menos derechos" y el desarrollo de las nuevas tecnologías "no puede implicar debilitamiento" de los derechos de los ciudadanos. "Internet no puede ser el mundo sin ley", subrayó Rallo, quien insistió en que "las respuestas deben ser necesariamente globales".
Por último, el secretario de Estado de Justicia, Juan Carlos Campo, señaló que el establecimiento de estándares internacionales de protección de datos resulta "crucial" para "impulsar definitivamente el estatus de derecho fundamental de privacidad, por encima de las diferencias que presentan los distintos sistemas jurídicos nacionales" y para "atender a los posibles ámbitos de conflicto entre la privacidad y la seguridad y alcanzar así una solución ponderada entre ambos intereses".
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