Los hackers raramente muestran sus caras en público. Así refuerzan el estereotipo de que son personas solitarias que se la pasan sentadas, en un cuarto oscuro, al frente de sus computadoras.
Pero la realidad es un tanto diferente, al menos en lo que se refiere a jailbreaking.La traducción literal de ese término anglosajón es "escaparse de la cárcel", pero en la jerga informática tiene que ver con desbloquear un dispositivo electrónico para ejecutar aplicaciones distintas a las que el fabricante diseñó.
Los denominados jailbreakers son hackers que remueven las restricciones colocadas en los aparatos y modifican la forma como funcionan.
Muchos de los mejores jailbreakers o desbloqueadores del mundo se reunieron en Londres, en septiembre, para asistir a una conferencia llamada MyGreatFest (Mi gran fiesta).
El evento fue dedicado enteramente a la escena del jailbreaking. Muchos de los asistentes demostraron ser empresarios carismáticos, que simplemente usan las técnicas de hackear como una herramienta de aprendizaje y como el inicio de sus carreras en el mundo de los negocios.
Jugando a programar
Uno de ellos es James Whelton, un elocuente joven de 20 años, de la ciudad de Cork, en Irlanda.
Whelton comenzó a jugar con computadoras cuando tenía nueve años y empezó a programar poco después.
"Cuando tenía 12 años, estaba uniendo tostadoras y tarjetas madre de las computadora a través de cables. Estaba aprendiendo sobre voltajes altos en la forma más difícil. Más recientemente, he estado desarrollando aplicaciones para el iPhone", indicó.
Entró al mundo del jailbreaking por accidente y sucedió cuando ganó un iPod Nano rosado.
"Estaba en un avión. Como me encontraba aburrido, comencé a jugar con el aparato y descubrí algo interesante", explicó.
Whelton halló una vulnerabilidad en el software del iPhone que posiblemente podía ser explotada para desbloquear el dispositivo.
Fue realmente muy poco usual que, antes de irse a dormir, decidiera escribir sobre su hallazgo en su blog.
"Cuando me desperté, me sorprendió ver que el blog había sido visto más de un cuarto de millón de veces en todo el mundo. Me quedé totalmente paralizado", señaló Whelton.
Whelton comenzó a jugar con computadoras cuando tenía nueve años y empezó a programar poco después.
"Cuando tenía 12 años, estaba uniendo tostadoras y tarjetas madre de las computadora a través de cables. Estaba aprendiendo sobre voltajes altos en la forma más difícil. Más recientemente, he estado desarrollando aplicaciones para el iPhone", indicó.
Entró al mundo del jailbreaking por accidente y sucedió cuando ganó un iPod Nano rosado.
"Estaba en un avión. Como me encontraba aburrido, comencé a jugar con el aparato y descubrí algo interesante", explicó.
Whelton halló una vulnerabilidad en el software del iPhone que posiblemente podía ser explotada para desbloquear el dispositivo.
Fue realmente muy poco usual que, antes de irse a dormir, decidiera escribir sobre su hallazgo en su blog.
"Cuando me desperté, me sorprendió ver que el blog había sido visto más de un cuarto de millón de veces en todo el mundo. Me quedé totalmente paralizado", señaló Whelton.
Comunidad
En cuestión de días, fue contactado por otro hacker conocido como DarkMalloc.
En realidad se trataba de Joshua Tucker, un joven de 16 años de edad de Gales, quien presentó a Whelton a otros hackers en salas de charlas por internet.
"Estaba jugando con el iPod y en el minuto siguiente, estaba ante la presencia de chicos realmente brillantes: nombres grandes de la escena de los hackers como chronic y ih8sn0w", indicó.
"Fue realmente intimidante, pero ellos son muchachos realmente agradables".
Chronic es un adolescente de Estados Unidos llamado Will Strafach. Es el fundador de la comunidad de jailbreaking Chronic Dev.
ih8sn0w es un joven canadiense de 16 años llamado Steven. Es el programador de varias herramientas muy bien conocidas en el ámbito del jailbreaking.
Whelton pasaba entre siete y ocho horas cada noche hablando con otros hackers por internet. Simultáneamente, se concentraba en el desbloqueo de su iPod y en sus tareas escolares.
Inevitablemente, señaló, tuvo que dejar algo.
"Tenía que prepararme para mis exámenes finales. Por eso me aseguré de que mi pequeña comunidad podía continuar sin mí. La dejé y me entregué a los libros", indicó Whelton.
En cambio de garantizarse un lugar en la universidad a inicios de este mes, el joven decidió usar la reputación que ha cultivado por sus actividades en jailbreaking para conseguir inversionistas para Disruptive Developments, una compañía de software que fundó en junio.
"Presenté mis exámenes finales el viernes y me convertí en director ejecutivo el lunes", señaló.
Whelton también formó una red de clubs de computadoras llamada Coder Dojo, que ofrece cursos de iniciación en programación para niños.
En realidad se trataba de Joshua Tucker, un joven de 16 años de edad de Gales, quien presentó a Whelton a otros hackers en salas de charlas por internet.
"Estaba jugando con el iPod y en el minuto siguiente, estaba ante la presencia de chicos realmente brillantes: nombres grandes de la escena de los hackers como chronic y ih8sn0w", indicó.
"Fue realmente intimidante, pero ellos son muchachos realmente agradables".
Chronic es un adolescente de Estados Unidos llamado Will Strafach. Es el fundador de la comunidad de jailbreaking Chronic Dev.
ih8sn0w es un joven canadiense de 16 años llamado Steven. Es el programador de varias herramientas muy bien conocidas en el ámbito del jailbreaking.
Whelton pasaba entre siete y ocho horas cada noche hablando con otros hackers por internet. Simultáneamente, se concentraba en el desbloqueo de su iPod y en sus tareas escolares.
Inevitablemente, señaló, tuvo que dejar algo.
"Tenía que prepararme para mis exámenes finales. Por eso me aseguré de que mi pequeña comunidad podía continuar sin mí. La dejé y me entregué a los libros", indicó Whelton.
En cambio de garantizarse un lugar en la universidad a inicios de este mes, el joven decidió usar la reputación que ha cultivado por sus actividades en jailbreaking para conseguir inversionistas para Disruptive Developments, una compañía de software que fundó en junio.
"Presenté mis exámenes finales el viernes y me convertí en director ejecutivo el lunes", señaló.
Whelton también formó una red de clubs de computadoras llamada Coder Dojo, que ofrece cursos de iniciación en programación para niños.
Un chico app
Aaron Ash es otro hacker que se convirtió en un empresario y que asistió a la conferencia.
Cuando Ash tenía 14 años, contaba con una calculadora que él mismo programó para hacer sus tareas y podaba el césped de los jardines de sus vecinos, en la ciudad de Peachtree, Georgia, para ganar dinero con el fin de comprar las piezas que necesitaba para construir una computadora.
Tras aprender por su cuenta cómo programar, trabajó en el diseño de videojuegos.
Seguidamente, un iPhone captó toda su atención.
El joven Ash quería hacer aplicaciones para su teléfono, pero a los 17 años era demasiado joven para formar parte del programa oficial de desarrollo del iPhone de Apple.
Eso no le dio más alternativas que convertirse en un hacker y crear aplicaciones para teléfonos que han sido jailbroken o desbloqueados.
"Esto fue mucho mejor para mi mente porque me permitió escribir programas que cambiaron la forma en que el iPhone funciona, algo que no puedes hacer si eres un programador oficial", indicó.
"Aunque hacer dinero estuvo en mi mente, lo que realmente me interesaba era divertirme".
Cuando Ash tenía 14 años, contaba con una calculadora que él mismo programó para hacer sus tareas y podaba el césped de los jardines de sus vecinos, en la ciudad de Peachtree, Georgia, para ganar dinero con el fin de comprar las piezas que necesitaba para construir una computadora.
Tras aprender por su cuenta cómo programar, trabajó en el diseño de videojuegos.
Seguidamente, un iPhone captó toda su atención.
El joven Ash quería hacer aplicaciones para su teléfono, pero a los 17 años era demasiado joven para formar parte del programa oficial de desarrollo del iPhone de Apple.
Eso no le dio más alternativas que convertirse en un hacker y crear aplicaciones para teléfonos que han sido jailbroken o desbloqueados.
"Esto fue mucho mejor para mi mente porque me permitió escribir programas que cambiaron la forma en que el iPhone funciona, algo que no puedes hacer si eres un programador oficial", indicó.
"Aunque hacer dinero estuvo en mi mente, lo que realmente me interesaba era divertirme".
Disciplina
Cada noche, Ash programaba entre cinco y seis horas, después de regresar de la escuela y durante todo el fin de semana.
Sus padres se mostraban tolerantes frente a sus actividades, con tal de que sus estudios no fuesen afectados.
Ash empezó a vender sus programas, llamados Barrel and Multiflow, pero pronto se encontró con el lado oscuro del mundo del jailbreaking: cuando un dispositivo ha sido alterado, puede permitir que funcionen copias piratas de aplicaciones que los hackers como Ash producen.
"Mi aplicación Barrel está siendo usada por 3.500.000 personas, pero la proporción de personas que realmente pagaron por ellas es alrededor de 100", dijo.
Pese a la piratería desenfrenada, Ash ha ganado más de US$100.000 por sus aplicaciones.
Ese dinero ha sido suficiente para cubrir sus estudios en ciencias de la computación en la Universidad de Georgia.
El problema que enfrenta es que sabe más que sus profesores. "No estoy aprendiendo mucho y pienso que invertiría mejor mi tiempo, si me auto educo".
"De hecho, estoy considerando dejar la universidad y empezar una compañía contratista de software con un amigo que conocí en la escena del jailbreaking".
George Hotz, un hacker de 22 años conocido como Geohot, fue el responsable de los programas que desbloquearon dispositivos de Apple y del PS3 de Sony.
Él también decidió abandonar el jailbreaking a inicios de este año para asumir un trabajo a tiempo completo en Facebook.
Y Nicholas Allegra, el gurú del jailbreaking mejor conocido como Comex, encontró una carrera alternativa.
Apple quedó tan impresionado con sus habilidades para programar, que el mes pasado lo persuadió para que abandonara en jailbreaking e hiciera una pasantía en la compañía.
Sus padres se mostraban tolerantes frente a sus actividades, con tal de que sus estudios no fuesen afectados.
Ash empezó a vender sus programas, llamados Barrel and Multiflow, pero pronto se encontró con el lado oscuro del mundo del jailbreaking: cuando un dispositivo ha sido alterado, puede permitir que funcionen copias piratas de aplicaciones que los hackers como Ash producen.
"Mi aplicación Barrel está siendo usada por 3.500.000 personas, pero la proporción de personas que realmente pagaron por ellas es alrededor de 100", dijo.
Pese a la piratería desenfrenada, Ash ha ganado más de US$100.000 por sus aplicaciones.
Ese dinero ha sido suficiente para cubrir sus estudios en ciencias de la computación en la Universidad de Georgia.
El problema que enfrenta es que sabe más que sus profesores. "No estoy aprendiendo mucho y pienso que invertiría mejor mi tiempo, si me auto educo".
"De hecho, estoy considerando dejar la universidad y empezar una compañía contratista de software con un amigo que conocí en la escena del jailbreaking".
Negocios
Ir al grano parecer ser una constante en el mundo del jailbreaking. Muchas de sus figuras más representativas se han ido al mundo de los negocios.George Hotz, un hacker de 22 años conocido como Geohot, fue el responsable de los programas que desbloquearon dispositivos de Apple y del PS3 de Sony.
Él también decidió abandonar el jailbreaking a inicios de este año para asumir un trabajo a tiempo completo en Facebook.
Y Nicholas Allegra, el gurú del jailbreaking mejor conocido como Comex, encontró una carrera alternativa.
Apple quedó tan impresionado con sus habilidades para programar, que el mes pasado lo persuadió para que abandonara en jailbreaking e hiciera una pasantía en la compañía.
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