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2011/10/31

Cuatro siglos de ciencia en internet

La Royal Society, Premio Príncipe de Asturias de la Comunicación y Humanidades 2011, acaba de abrir su archivo histórico a través de internet. En ocasiones anteriores había dado acceso libre a parte de sus publicaciones, pero ahora es posible acceder a su buque insignia, la revista Philosophical Transactions, 24 horas al día, siete días a la semana.
No solo es posible encontrar artículos de descubrimientos como el espectro luminoso por Isaac Newton, el pararrayos de Benjamin Franklin, los agujeros negros de Stephen Hawking o la doble hélice de ADN de Francis Crick y James Watson; sino que se ilustran todo tipo de experimentos fascinantes, desde transfusiones de sangre entre una oveja y un hombre o cómo, para describir los efectos de la intoxicación por dióxido de carbono, John Haldane se introdujo en un cámara de gas. Son más de 60.000 artículos científicos cuyo origen data del 6 de marzo de 1665.

Detrás del proyecto se encuentran muchos años de duro trabajo. La digitalización se ha llevado a cabo gracias a JSTOR (acrónimo en inglés de Journal Storage, almacenamiento de publicaciones), una organización sin ánimo de lucro afincada en Nueva York. Esta organización asumió el coste del proyecto sin que se haya precisado más inversión por parte de sociedad británica que el pago de una licencia de 10.000 dólares.
La participación de JSTOR se centró fundamentalmente en los artículos anteriores a enero de 1997, pues a partir de esta fecha la Royal Society comenzó a generalizar el uso electrónico de la información. Sólo en documentación, desde el primer número del Philosophical Transactions se digitalizaron exactamente 693.780 páginas, tanto texto como imágenes en alta resolución. En total, 1,2 terabytes de información, según precisa el doctor Stuart Taylor, director comercial de la Royal Society.
Desde el punto de vista tecnológico, la digitalización aprovecha las ventajas del software de reconocimiento óptico de caracteres de manera que es posible realizar búsquedas de palabras específicas en los textos, indexarlo y simplificar la lectura en los e-readers. Sin embargo, aparecieron algunas dificultades en este proceso. Así, en los primeros artículos del Philosophical Transactions, que están escritos a mano, figuraba la s larga y otros caracteres tipográficos poco usuales. A ello se sumaba la profusión de textos en latín, francés e italiano. Como consecuencia fue necesario reescribir cerca de 40.000 páginas para que contaran con los estándares de calidad deseados. Sólo el control de calidad de la posdigitalización llevó 6.000 horas, a las que habría que sumar otras 6.000 para incorporar el software de reconocimiento óptico de caracteres.

Por su parte, el buscador, que permite filtros por tema, autor, fecha o palabras clave, ha sido concebido de manera conjunta por la propia JSTOR y un equipo de programadores de la Universidad de Michigan.
El que fuera máximo responsable de Publicaciones de la Royal Society en la década de 2000 y actual presidente del consejo de administración de la Fundación de Ciencias Web, John Taylor, fue una de las personas implicadas en el proyecto. Él mismo relata lo complejo de los aspectos legales, dado que planteaba una posible vulneración de la ley de propiedad intelectual.

Derechos de autor


 JSTOR está en Nueva York y el proyecto debía cumplir con sus leyes de derechos de autor, así como con las federales vigentes en EEUU. Por su parte, como la Royal Society se encuentra en Londres, debía cumplirse también con la legislación de Reino Unido. Tres jurisdicciones distintas que "chocaban en algunos puntos", indica Taylor, para añadir después que "tras más de un año de discusiones y constante consejo legal", el proyecto comenzó su ejecución en mayo de 1999.
El anuncio se ha hecho público durante la Semana de Libre Acceso (Open Access Week), evento mundial que se celebra por quinto año consecutivo y que defiende el acceso online gratuito e inmediato a las investigaciones académicas, así como al derecho a utilizar y reutilizar sus resultados. El director comercial señala que la combinación de opciones de acceso abierto, "así como el trabajo para poner la información a disposición de forma gratuita a los científicos del mundo en desarrollo contribuye al objetivo de avanzar en la ciencia".
En esta línea, recientemente se anunció Open Biology, su primera publicación de acceso totalmente libre. En algunos casos, no obstante, imponen algunos plazos: los artículos de Proceedings B desde 2001 hasta ahora sólo se pueden consultar un año después de su publicación, mientras que en el caso de Proceedings A, los artículos pos-2001 requieren de un plazo de dos años para que vean la luz en internet. Asimismo, las publicaciones más jóvenes de la Royal Society, esto es, Biology Letters e Interface respetan también el plazo de un año para su acceso libre.

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