La apuesta de SEGA por Kinect y Xbox 360, el juego de acción en primera persona Rise of Nightmares, ha colocado en las tiendas 200.000 unidades. El experimento con la cámara de la consola de Microsoft se ha quedado por debajo de lo previsto en unidades vendidas y no ha conseguido superar a otros lanzamientos de la compañía japonesa como el último juego de El Capitán América para Wii, Xbox 360 y DS, con 450.000 copias.
Las ventas de Rise of Nightares son sinónimo de los resultados económicos de SEGA durante el primer semestre del curso fiscal –de abril a septiembre–, cuando la compañía no ha conseguido sus objetivos empresariales: 33.810 millones de yenes (13,1 por ciento menos) vendidos y pérdidas operativas de 6004 millones de yenes para la división de juegos y juguetes.
“El grupo necesita adaptarse a los cambios en la industria y a la demanda de nuevo contenido en las redes sociales y los teléfonos móviles inteligentes”, expuso la compañía. Por su parte, SEGA Sammy Holdings, la división de máquinas recreativas, registró unas ventas de 152.602 millones de yenes superando las previsiones (150.000 millones).
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