Darpa, la Agencia de Investigación de Proyectos Avanzados de Defensa del Gobierno de EEUU, repartió hace un par de años diez globos atmosféricos por todo EEUU, y retó a cualquiera a encontrarlos. Los primeros en conseguirlo recibirían 40.000 dólares. Investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) los encontraron en menos de nueve horas. ¿Su secreto? Repartir el premio entre los que les ayudaran.
El Network Challenge de Darpa se celebró en diciembre de 2009, pero ha sido ahora cuando los vencedores han explicado cómo consiguieron ganar a otros cien equipos y las implicaciones sobre la movilización social que tuvo la prueba. Darpa quería explorar el papel que internet y las redes sociales juegan en la "movilización urgente necesaria para resolver problemas de gran alcance y donde el tiempo es crítico". Un ejemplo sería la búsqueda contra el reloj de una niña perdida o la localización de un peligroso delincuente.
En el mes previo al inicio de la prueba, los que finalmente serían ganadores diseñaron un sistema de incentivos para testar algunas de las ideas de su mentor, el profesor Alex Pentland, director del Human Dynamics Laboratory del MIT. Pentland, considerado el padre de la ciencia computacional, llegó a inventar un aparato, el sociómetro, para grabar y medir las interacciones sociales.
Para poder encontrar la decena de globos rojos en una extensión tan vasta como la estadounidense con un equipo inicial de cuatro personas, el grupo del MIT tenía que conseguir implicar a mucha gente en la búsqueda, y muy rápidamente. Las teorías sociales han estudiado cómo, para conseguir una rápida movilización, se necesita de individuos muy motivados que contagien ese entusiasmo a otros en un fenómeno en cascada. Pero, sin el incentivo adecuado, la mayoría desisten y rompen la cadena.
Otros equipos, como el GaTech, del Instituto de Tecnología de Georgia, anunciaron que donarían el premio a la Cruz Roja. Confiaban que una buena causa despertara el altruismo de la gente. Casi lo consiguen. Quedaron en segundo lugar al localizar las coordenadas de nueve globos en nueve horas. "Confiar en una propagación altruista no es suficiente para conseguir una gran movilización social", sostiene los ganadores en su artículo publicado en Science.
El llamamiento de un líder de una comunidad también es un buen movilizador. El hacker George Hotz, GeoHotz, aprovechó sus miles de seguidores en Twitter para encontrar ocho globos.
Pero sólo el equipo del MIT los encontró todos y antes que nadie. Lo que hicieron fue montar una estructura similar a los sistemas piramidales de ventas. Repartieron los 40.000 euros entre los diez globos. Prometieron 2.000 al que lo encontrara, 1.000 al que hubiera reclutado al que lo localizó, 500 al que reclutó al reclutador, 250 al que ficho a este y así hasta conseguir que 4.400 personas se pusieran a buscar los globos. Comprobaron así que la mejor forma para una movilización masiva y rápida necesita de incentivos individuales para ejecutar la tarea que al mismo tiempo motiven a los participantes a reclutar nuevos miembros para el equipo.
Para el investigador español Manuel Cebrián, miembro del equipo del MIT y coautor del estudio, la conclusión del experimento no es que los ciudadanos sean materialistas, sino todo lo contrario. "A la gente no le interesan los incentivos económicos, salvo que también ayuden a un amigo. El experimento de Darpa es mas una muestra de altruismo que de egoísmo", explica.
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