Tal es el panorama que ha presentado Pedro Revilla, director general de Metodología, Calidad y Tecnologías de la Información y las Comunicaciones del INE, en la conferencia europea de Esri que se celebra en Madrid. Esta empresa, que ya da soporte a numerosas administraciones en todo el mundo, será la encargada de aportar la infraestructura geográfica para la realización del nuevo censo.
Un avance que no quiere decir que no haya entrevistas personales para la elaboración de una de las estadísticas más importantes en cualquier país, sino que se reducirán y facilitarán. Si antaño eran al 100% de la población, en el censo en curso se harán al 12,3%. Aún así, alrededor de 5.000 trabajadores participarán en un proceso con muchas novedades.
Una de ellas es que se trabajará en la 'nube'. Es decir, todos los datos que se recojan y analicen estarán centralizados y se sincronizarán en tiempo real. Lo cual no quiere decir que el resultado del censo sea inmediato, puesto que debe pasar filtros de control y calidad, pero sí que los supervisores del proceso podrán consultar su desarrollo en cualquier momento.
Cada dirección postal, un punto geográfico
Pero antes de comenzar el trabajo de los entrevistadores, habrá una fase previa en la que se cruzarán los datos que permite la ley de diferentes bases de datos estatales a partir de la información del padrón y otros registros administrativos. De este modo se podrán establecer zonas censales, una primera aproximación y establecer la recogida de datos muestral. Un proceso que en todo momento estará localizado en mapas interactivos para los trabajadores del INE.De hecho, lograr un modelo de localización geográfica óptimo es una de las metas marcadas en rojo por Revilla. Tanto que el objetivo es que toda dirección portal alfanumérica -como 'Avenida de San Luis, 25, Madrid'- esté asociada a unas coordenadas geográficas establecidas por GPS. Es una forma de garantizar que sean únicas, evitar confusiones e integrar los datos en cualquier otro sistema normalizado español o europeo. Los datos referenciados son, para el INE, una prioridad, y por eso el censo de edificios será exhaustivo.
Otro avance técnico importante será que los encuestadores del INE sobre el terreno -complementarios a las entrevistas por Internet, telefónicas y postales- trabajarán, hasta el 31 de marzo de 2012, cuando finalizan, con un dispositivo móvil. Este sistema, con GPS integrado, les permitirá localizar edificios, contará con aplicaciones sobre mapas para ver la zona, ubicarse o estudiar los puntos marcados en su recorrido de forma dinámica.
Aunque no se pondrá a disposición pública hasta finales de 2012 o principios de 2013, el censo que arrancó en septiembre de este será, sin duda, el más avanzado desde un punto de vista tecnológico. En primer lugar, porque se desarrollará en tiempo real y en segundo lugar por su afán de ubicar en puntos exactos de mapas -direcciones postales en forma de coordenadas- a toda la población española. Si los datos, y qué parte, serán fácilmente accesibles para los ciudadanos es todavía un interrogante.
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