Hace años que se habla de que el consumo de aspirina podría prevenir el riesgo de cáncer. Pero, hasta ahora, los datos que avalaban esta hipótesis se basaban en ensayos clínicos observacionales, es decir, que medían la incidencia de tumores malignos y la comparaban entre individuos que declaraban haber consumido o no el medicamento.
Lo que faltaba para dar fuerza a esta tesis era lo que se denomina un estudio aleatorio, en el que se dividiera a los participantes en dos grupos a uno de los cuales se le prescribiera aspirina a los que se siguiera durante el máximo tiempo posible para ver en cuál de los dos se registraban más casos de cáncer.
The Lancet publica hoy los resultados del primer ensayo de este tipo y los resultados han sido positivos: el consumo durante dos años de 600 miligramos de aspirina al día (un comprimido tiene 500 miligramos) reduce en alrededor de un 60% el riesgo de padecer el cáncer de colon hereditario más común, el asociado al síndrome de Lynch, que supone alrededor del 5% de todos los casos de este tipo de cáncer, el que más muertes causa en España.
El estudio cuenta, no obstante, con algunos puntos débiles. A los autores les preocupa que un primer análisis de los datos, dos años después de la finalización del estudio, no mostró diferencias significativas, lo que sí hizo seis años después. También la dosis elevada de aspirina es preocupante, ya que a esa ingestión puede causar problemas gastrointestinales, como úlceras.
Según Carmen Guillén, especialista en cáncer hereditario de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), lo elevado de la dosis de aspirina evaluada hace que haya que esperar antes de llevar este hallazgo a la práctica clínica. "El estudio es muy importante, pero habría que esperar a un nuevo trabajo que ya está en marcha para ver si se puede reducir la dosis. Ahora mismo, se podría prescribir aspirina o sus genéricos a los pacientes en riesgo que no puedan someterse a colonoscopias regularmente", comenta.
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