Buscar

2011/10/19

Adobe resistente a sismos en El Salvador

Las universidades Centroamericana (UCA) y de El Salvador (UES) cuentan con dos de los laboratorios de investigación de estructuras más modernos en América Latina, donde se explora la mejora del adobe y otros materiales tradicionales para la edificación de estructuras resistentes a los sismos.
La premisa es producir materiales de construcción para viviendas populares que reduzcan el impacto de los terremotos.
Para el país centroamericano, este tipo de investigaciones son un imperativo, como lo demostró la devastación causada por los terremotos de enero y febrero de 2001 que marcaron su historia.
El primero, el sábado 13 de enero, con una magnitud 7,6 en la escala Richter y una duración de 45 segundos, destrozó 172 de los 262 municipios, tras una sacudida equivalente a la detonación de 160 millones de toneladas de dinamita.
Un mes exacto después un segundo movimiento con una magnitud de 6,6 acabó en 20 segundos con lo que seguía en pie.

Adobe resitente a sismos

La huella de los terremotos de 2001 dejó 163.866 casas colapsadas y 107.787 seriamente dañadas.
Diez años después, los laboratorios de la UCA y de la UES, que fueron desarrollados gracias la colaboración con Japón, trabajan en la investigación de estructuras resistentes a los sismos que a la vez respeten las costumbres arquitectónicas de la región.
"El objetivo es mejorar la vivienda popular y con el sueño de llegar a mitigar los daños causados por los terremotos a la población de escasos recursos", le explicó a BBC Mundo Jorge Barreiro, coordinador del proyecto.
En El Salvador, la construcción popular hecha de bahareque adolece de poca resistencia y se caracteriza por colocar cargas pesadas como techos de vigas o teja que debilitan las paredes.
"Todo el sistema en sí es muy pesado y carga en paredes que ni están ni confinadas ni unidas con vigas de amarre", advierte la ingeniera Patricia de Hasbún.
A pesar del temor de la población de escasos recursos a construir viviendas de adobe después de un terremoto, miles siguen haciéndolo en El Salvador.
Tras los hallazgos de nuevos materiales realizados por los laboratorios, se persigue que la población empiece a adoptar el uso de técnicas reforzadas y económicas.
El adobe propuesto está fabricado con una mezcla de arena limosa y arcilla de baja plasticidad e incorpora el refuerzo de vara de castilla a lo largo de las paredes.

Tradición y modernidad

"La incorporación de la vara de castilla busca que tenga cierta ductilidad ante la intensidad de eventos sísmicos", dice Hasbún.
"Nosotros buscamos que la resistencia que tienen nuestros modelos (de vivienda popular) superen a los eventos que hemos tenido hasta la fecha y que tenemos registrados", explica en relación a los terremotos.
Durante los últimos cinco años, los laboratorios edificaron casas modelos en comunidades rurales donde poco a poco han reproducido el sistema.
Ambos laboratorios se precian de ser algo más que un referente pues aportan informes científicos a partir de pruebas nunca antes realizadas en Centroamérica.
"De hecho, hay un proyecto en Nicaragua y El Salvador que está formando personal especializado para reproducir el modelo en Guatemala y Honduras", asegura Jorge Barreiro.
Con la extensión del uso de estos nuevos materiales más resistentes se pretende que, en caso de un terremoto, las edificaciones aguanten en pie el tiempo suficiente como para que sus habitantes tengan tiempo de salvarse.
Para los expertos que participan en el proyecto, Japón es un modelo a seguir en este punto.
"La población en Japón está bien concientizada que el precio de la vida es muy alto como para no poner atención en las normas de construcción", esgrime Naomi Honda, que trabaja como experto en el proyecto.

No hay comentarios: