Frente al catálogo de casi 2.000 juegos que ha acumulado en nueve años la PlayStation 2 de Sony, la consola más vendida de la historia, o a los alrededor de 1.000 con que cuenta la Nintendo DS, la superventas portátil de la compañía japonesa, Apple presume de más de 20.000 desarrollos disponibles para iPhone e iPod Touch en la Apple Store. Cierto es que la mayor parte son minijuegos y no los desarrollados títulos de las grandes, pero también lo es que se trata, probablemente, del catálogo más grande -y democrático- de la historia del sector.
Probablemente nadie en la sede de la compañía de la manzana en Cupertino esperaba que el teléfono y el reproductor de la casa se convirtiesen en un soporte perfecto para jugadores casuales. Mucho menos que los juegos se sofisticasen hasta tal punto que hoy es posible jugar al FIFA, a los Sims, al RockBand o al Civilization Revolution en estos pequeños dispositivos táctiles. Donde otros se estrellaron de forma estrepitosa -N-Gage-, Apple ha triunfado, aunque carezca de mando de control y accesorios.
Son juegos baratos, bien adaptados para jugar con los dedos y perfectos para una partida de diez minutos. Además, funcionan en dos dispositivos líderes en su campo que Apple mejora cada poco tiempo. Algo que, igual que da alas a los desarrolladores, puede complicar la vida a los usuarios. A un iPhone 3G, lanzado hace poco más de un año, ya le cuesta hacer funcionar títulos que arrancan como un tiro en el último iPod Touch, un dispositivo diseñado, además de para reproducir música o vídeo, para jugar.Aunque es misión imposible arrancar cifras a un responsable de la compañía de la manzana, no es descabellado pensar que gran parte de los 2.000 millones de descargas que acumula la tienda de aplicaciones de Apple sean videojuegos que, salvo contadas excepciones no pasan de los diez euros: Monopoly, Scrabble, Worms o SimCity son algunos de los clásicos que se han adaptado. Otros como Topple -que consiste en elevar una torre con piezas de Tetris- son ya clásicos propios con varias versiones.
Todo por el móvil
¿Cómo hacer frente a Apple? Según recalcaba en septiembre Yoichi Wada, presidente de la compañía especializada Square Enix, en el New York Times, la clave está en "crear un modelo de negocio de éxito". "Los móviles se han vuelto un dispositivo de videojuegos muy valorado", recalcaba su colega Haruhiro Tsujimoto, de Capcom, en el último Tokio Game Show, una de las principales ferias del sector, donde 168 de los 758 títulos que se presentaron fueron para teléfonos.
Visto así, no lo tienen fácil Sony, Nintendo o Microsoft, compañías acostumbradas a desarrollar grandes consolas para la televisión y esperar a que otros gigantes del 'software' se peleasen por hacer el mejor juego para sus dispositivos. En mejor situación estas las segundas, que ya experimentan, con gran éxito en muchos casos -Gameloft con juegos como The Settlers o Assasin's Creed o EA con Tetris o Trivial Pursuit-, con los dispositivos de Apple.
Y es que la compañía de la manzana ha acertado con el modelo de negocio. La App Store da gran libertad a los creadores de juegos, quienes no han dudado en aprovecharse con versiones gratuitas para cazar a sus clientes, promociones y rebajas o pequeños juegos para tratar de vender otros más elaborados. El modelo de ingresos compartidos de Apple les garantiza la rentabilidad mientras a la compañía de Steve Jobs le asegura la rentabilidad.
Cupertino ha saltado al tablero de un sector muy competitivo con bazas suficientes para salir vencedor, aunque por ahora sólo sea en una parte del juego. Cuenta con los dispositivos, el favor de los desarrolladores y el modelo perfecto -juegos baratos para dispositivos caros: quien se gasta 300 euros en un iPhone puede permitirse 10 euros al mes en aplicaciones-. Mientras tanto, la competencia echa por tierra el precio de sus consolas, ya que pasado el 'boom' de los dos últimos años las ventas caen de forma preocupante.
Pero que nadie se engañe. Apple no es una compañía de videojuegos ni pretende serlo. De momento, y salvo que cambien mucho las cosas, sólo van a poner el dispositivo. Hacer el juego y conseguir que funcione bien en todas las versiones de iPhone e iPod Touch -muchas- es cosa de los desarrolladores, porque sus plataformas, al fin y al cabo, no son consolas, recalcan desde la compañía. Todo un órdago a grande. Y la compañía de la manzana va sobrada de reyes. Habrá que ver la mano del resto de jugadores.
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