Hace un par de meses, bajo mandato de Léo Apotheker, Hewlett-Packard anunciaba que posiblemente acabaría separando su división de PC a finales de año. Ahora, con Meg Whitman llevando las riendas de la compañía, parece que la decisión será bien distinta.
Tras un estudio de los costes derivados del spin-off del negocio de ordenadores, que superan a los beneficios según informa The Wall Street Journal, a HP le han entrado las dudas y posiblemente optará por mantener la unidad dentro de sus dominios.
Y es que durante el último ejercicio fiscal, las ventas de PC supusieron 40.000 millones de dólares de los 126.000 millones que obtuvo el gigante tecnológico. O, lo que es lo mismo, 2.000 millones de ganancias netas de los 8.800 millones totales.
El plan maestro de Apotheker ambicionaba con seguir el modelo planteado por IBM, que vendió su negocio de PC a Lenovo en 2005. Y explotar los ingresos derivados de software empresarial y servicios de consultoría. Pero Whitman ha puesto freno a las grandes adquisiciones.
Además, HP está sufriendo la presión de sus socios de fabricación. Su rumbo errático y la incertidumbre sobre el futuro de su unidad está impulsando al canal a derivar sus pedidos a marcas como Dell, Acer y Lenovo, según recoge Digitimes.
“Si pierdes poder adquisitivo y otras ventajas, un spin-off no merece la pena”, confirma una de las personas “familiares con el asunto” citadas por el periódico.
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