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2011/10/26

Economistas vaticinan nueva rebaja en la calificación crediticia de EE.UU.

Antes del final de 2011, la calificación del riesgo de la deuda de Estados Unidos podría ser reducida por una nueva agencia de calificación, como Moody's Investors Service o Fitch Ratings.
Esa es la conclusión de un informe presentado el pasado viernes por el grupo entre Bank of America y Merrill Lynch, que agregó que el detonante podría llegar si el Congreso de Estados Unidos fracasa al tratar de establecer un proyecto de largo plazo para disminuir el déficit de ese país.

"Es muy poco probable que la 'no-tan-buena' comisión de déficit (del Congreso) encuentre un plan creíble para reducir el déficit", escribió Ethan Harris, coordinador de economía global del grupo de investigación Bank of America Merrill Lynch. "El comité está más dividido que el Congreso en general".
"Esperamos al menos una degradación a finales de noviembre o principios de diciembre cuando colapse el supercomité", indicó Harris.
El anuncio del grupo económico volvió a traer a la memoria la noticia de agosto pasado, cuando ocurrió lo que pocos creyeron que sucedería: la agencia Standard & Poor's degradó la calificación de Estados Unidos, que salió por primera vez en la historia del club de los AAA (pasó a ser AA+).
Una nueva rebaja, indicó Merrill, sería un golpe adicional a la ya debilitada economía estadounidense, que a finales de julio estuvo a punto de entrar en cesación de pagos o default, que en otras palabras significa que estuvo en riesgo de no poder seguir abonando los servicios de sus préstamos.
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El súper-comité

El supercomité bipartidista del Congreso fue creado con el objetivo de afrontar el déficit y deberá desbloquear una diferencia entre los Republicanos y los Demócratas para llegar a un acuerdo que permita reducir el déficit estadounidense en al menos US$1,2 billones a más tardar el 23 de noviembre.
Como explicó la agencia Reuters, si la mayoría del comité de 12 miembros no logra llegar a un acuerdo, entonces se detonará una reducción del gasto automática por US$1,2 billones comenzando en 2013, lo que en opinión de Merrill afectaría aún más la frágil economía de EE.UU.
El analista Michael Granof, profesor del McCombs School of Business de la Universidad de Texas, está de acuerdo.
"Lo que dice (el informe) es correcto: Si el comité no llega a un acuerdo, y parece que no lo hará, entonces el panorama fiscal tanto a largo como a corto plazo será mucho peor que si en efecto logran un acuerdo", dijo en conversación con BBC Mundo.
"Lo que es claro es que el gobierno federal, por la parálisis política en que se encuentra el país, no puede hacer mucho para afrontar los problemas", resaltó.
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Las agencias de calificación

A diferencia de Standard & Poor's, Moody's y Fitch mantienen hasta la fecha la calificación triple A de Estados Unidos.
Sin embargo, Moody's dijo en agosto que mientras Estados Unidos "exhibe características necesarias para una calificación AAA, una degradación podría efectuarse antes de 2013 si se debilita la disciplina fiscal entre ahora y esa fecha o si hay un deterioro significativo en las previsiones económicas como resultado de implicaciones fiscales adversas que no son contrarrestadas", según informó al respecto Los Angeles Times.
En entrevista con Reuters, el analista jefe de Moody's para Estados Unidos, Steven Hess, indicó que "no es que estemos esperando a que este comité decida el rating" y añadió que el fracaso del comité sería "información negativa pero no decisiva".

Otros factores que la agencia piensa tener en cuenta incluyen los resultados de las elecciones presidenciales y el final de los recortes de impuestos de la era Bush, en 2012.
Por su parte, Fitch, en su último reporte sobre Estados Unidos, resaltó que calificar negativamente a Estados Unidos llegaría si la recuperación económica del país es peor de lo que se espera o si el comité falla en la búsqueda de un compromiso.
En cualquier situación, para Granof una calificación negativa por parte de alguna de estas agencias no resulta tan seria.
"Desde la reducción (de Standard & Poor's, en agosto) no hemos visto mayor impacto en el mercado de valores, las tasas de interés están increíblemente bajas y las personas continúan invirtiendo en bonos de Estados Unidos", dice.
"Una reducción (de la nota) podría tener un efecto sicológico y la anticipación de la reducción también", dice. "Pero en realidad no tendrá ningún efecto mayoritario".
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