Nokia ha definido el camino que quiere recorrer en los próximos tiempos. Durante la presentación de sus nuevos dispositivos en el Nokia World de Londres, la compañía finlandesa ha perfilado las líneas maestras de la estrategia que seguirá en el futuro próximo, competir en Europa o Estados Unidos con los 'smartphones' con Windows Phone y en los mercados emergentes con teléfonos inteligentes de bajo coste.
Durante el evento de 2011, Stephan Elop, presidente de la compañía, ha mostrado la familia de teléfonos Asha, teléfonos de medio y bajo coste para los llamados países 'emergentes' como India, México, Brasil o Kenia. Con estos 'smartphones' que funcionarán con Symbian, Nokia quiere llegar a una población que estima en 1.000 millones de personas que quieren, pero aún no pueden, acceder a un teléfono avanzado para poder conectarse a la Red.
La nueva familia contará con cuatro nuevos teléfonos móviles, el Nokia Asha 300 (con un precio de 85 euros), el Nokia Asha 303 (115 euros), el Asha 200 (60 euros) y el Asha 201 (60 euros). Todos estos modelos contarán con teclado QWERTY, pantalla táctil, conexión a redes sociales y mensajería.
El Asha 303, el más completo de los cuatro, contará con un procesador de 1 Ghz, conectividad 3G y WLAN para permitir un rápido acceso a Internet. El Asha 300 presenta unas características similares. Tiene el mismo procesador y conectividad 3G, incorpora una cámara de 5 megapíxeles, reproductor de música, radio FM y conexión Bluetooth.
El Nokia Asha 200 es el móvil Dual SIM más nuevo de Nokia, con funcionalidad Easy Swap, que permite a los usuarios cambiar su segunda SIM sin necesidad de apagar el móvil y está muy enfocado al público juvenil, lo mismo que el Asha 201. Todos los modelos estarán disponibles en el último cuatrimestre de 2011, salvo el modelo 201, que llegará a principios de 2012.
Con estos nuevos 'smartphones' la compañía finlandesa ha plasmado el cambio estratégico que inició hace ocho meses. Nokia apuesta por Symbian para competir en los países emergentes, mientras que confía en su alianza con Microsoft para recuperar el terreno perdido en el mercado de los 'smartphones' de gama alta y competir con el iPhone de Apple y los móviles Android.
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