Google ha dado esta semana un paso más en lo que algunos analistas tecnológicos empiezan a interpretar como un cambio estratégico del gigante de internet en su negocio en la web.
A través del blog de Google Geodevelopers, la compañía de Mountain View anunció la introducción de limitaciones en el uso de la API de Google Maps. Se trata de una medida cuya aplicación ya adelantó Google el pasado mes abril con el fin asegurar el “crecimiento y evolución” de un servicio que hasta ahora era totalmente gratuito.
Un artículo de ReadWriteWeb recoge las primeras impresiones de algunos desarrolladores, que en principio se muestrancomprensivos con el movimiento de Google: “Teniendo en cuenta el valor que estas APIs proporcionan y el coste que supone mantenerlas en marcha, pagar dinero por usarlas no debería ser un problema en absoluto. Lo último que cualquiera de nosotros quierría es que la retiraran como han hecho con otras”, opina el desarrollador austrliano Daniel Treadwell.
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