Los dos años y medio de vida de Mario no son óbice para que se aferre con pericia al ratón del portátil de sus padres, mientras pide con insistencia que le pongan a Pocoyó en la "tele pequeña". Por supuesto, no sabe teclear youtube.com en la pantalla ni localizar un vídeo de su héroe preferido, pero tiene muy claro que hay que encender el ordenador y trastear en él para que aparezcan los dibujos animados con los que le gusta divertirse.
La edad de acceso a las nuevas tecnologías ya ha alcanzado incluso a pequeños que aún duermen en una cuna. "Ya es relativamente habitual que niños de dos años y medio o tres, con ayuda de un adulto, empiecen a mover el puntero en la pantalla gracias al ratón", explica el especialista en internet y las nuevas tecnologías Enrique Dans.
¿Cómo han llegado internet, los ordenadores, las consolas o los teléfonos móviles a edades tan tempranas? "Ha sido posible a medida que los hogares están más equipados y el uso cada vez más sencillo de la tecnología. Y lo que es fundamental, a diferencia de lo que pasaba hasta hace poco, ahora en el salón de muchas casas el ordenador está encendido y conectado prácticamente todo el tiempo, convirtiéndose en un dispositivo de ocio compartido: los vídeos de YouTube, las listas musicales de Spotify, las fotos de la familia...", señala Dans, profesor de sistemas de información del Instituto de Empresa (IE) de Madrid.
Un reciente estudio del Foro de Generaciones Interactivas constata la "precocidad" con la que los pequeños entran en contacto con las nuevas tecnologías. En opinión de los expertos, el descenso de la edad de iniciación ha sido vertiginoso, en los últimos tres o cuatro años. Por lo que respecta al equipamiento tecnológico de los hogares, en este informe del Foro de Generaciones Interactivas, hasta el 95% de los niños y niñas entre seis y nueve años entrevistados asegura que en su casa hay un ordenador y siete de cada diez que disponía de conexión a internet. Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), aunque fija como edad más baja de estudio la franja de diez a quince años, recoge una tendencia similar. En ese tramo de edad, mientras en el 2004 el 68% de los pequeños aseguraban haber usado el ordenador en los últimos 90 días, este año ya lo hacía el 94,5%. En Catalunya se ha pasado del 85% en el 2004 estar a tiro de piedra de alcanzar el acceso universal (con un 96,7%) en el 2009.
Durante cierto tiempo parecía que la introducción de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) vendría de la mano de la escuela, pero en realidad al llegar a edades tan tempranas las familias –y el ocio digital que se despliega en los hogares– adquieren un protagonismo aún mayor si cabe. No se puede obviar la importancia del acceso de los internautas alevines desde casa: según el INE, casi nueve de cada diez niños que usan el ordenador, lo hacen desde su hogar, 20 puntos más que en el colegio.
Así, el proyecto europeo EU Kids Online, en el que participan una veintena de países, está centrado en analizar de forma cualitativa la relación entre padres e hijos en cuanto al uso de internet. "Creemos que debe haber más comunicación paternofilial sobre las actividades que desarrollan los niños frente al ordenador", indica Maialen Garmendia, profesora de la Universidad del País Vasco (UPV) e investigadora principal del equipo español de EU Kids Online.
En este nuevo mapa en el que los más pequeños ya han entrado de lleno en el mundo digital, todos los especialistas consultados coinciden en reclamar el imprescindible acompañamiento de los adultos. "El problema no está en que sean nativos digitales sino en que se conviertan en huérfanos digitales –advierte Enrique Dans–. El peligro son los niños que saben más que sus padres, que se adiestran solos en internet".
Dans apuesta por el "control visual" y filtros elementales más que por barreras extremadamente duras (no se puede crear un mundo irreal, porque el niño estará desprotegido si navega, por ejemplo, desde otro ordenador).
El objetivo, afirman al unísono los especialistas, radica en lograr que los internautas infantiles acudan a un adulto de su entorno cercano en caso de duda. Garmendia recuerda que, según el Eurobarómetro del 2008, sólo el 30% de los padres afirman que sus hijos les han pedido ayuda con el ordenador o internet. "Y en el 80% de los casos tenía que ver con cuestiones técnicas como la amenaza de un virus", apunta. En todo caso, la investigadora defiende que una de las ventajas de que las tecnologías estén presentes en el mundo de niños muy pequeños es que sus padres, eminentemente jóvenes, "conocen mejor internet y están relativamente alfabetizados".
Las nuevas generaciones de nativos digitales se enfrentan a la tecnología como algo natural y, cuando llegan al colegio, los profesores lo notan. No necesitan leer manuales de instrucciones, muestran un comportamiento absolutamente intuitivo. "Tienen mucha soltura en el manejo de algunas herramientas y procedimientos. Con suma facilidad demuestran su destreza para conectarse, "copiar y pegar", usar el ratón o el touch pad, colgar fotos, grabar con el móvil…. Todo eso nos ahorra mucho tiempo. Prácticamente no hay que molestarse en explicar cómo funciona una memoria USB" o el Bluetooth. El trabajo primordial en el centro escolar es complementar esa capacidad para disfrutar con las TIC del ocio y para comunicarse con otras destrezas como la búsqueda de información, la discriminación de contenidos y la transformación de la información válida en conocimiento", asegura Salvador Llopis, director del instituto de secundaria Valle del Tiétar en Arenas de San Pedro (Ávila). Con su experiencia desde hace años en este centro piloto en nuevas tecnologías y enseñanza dentro de un programa de Red.es, Llopis aboga por la necesidad de enseñar a los alumnos "que no pueden creerse todo los que aparece en Google o en la Wikipedia, que hay que contrastarlo con otras fuentes, porque siguen siendo niños y por tanto especialmente crédulos e inocentes".
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