Un equipo de cazadores de fósiles ha desenterrado en China los restos de un dinosaurio que parece un ave, pero no lo es. Se trata del miembro más antiguo de la familia de los alvarezsáuridos, que fueron descritos por primera vez gracias a un fósil argentino.
La familia ha sido objeto de debate, pues los expertos no se ponían de acuerdo de si eran dinosaurios o aves que no volaban. El nuevo ejemplar, llamado Haplocheirus sollers, zanja la discusión, según los expertos de China y EEUU que hallaron el fósil.
En un artículo que publica Science, los expertos detallan que, aunque estos animales desarrollaron patas de ave y similitud con los pájaros, lo hicieron de modo independiente, no son ancestros de las aves.
El esqueleto casi completo del H. sollers fue extraído en 2004 de una fosa en el desierto de Gobi en China. Data de hace 160 millones de años, lo que prueba que los primeros dinosaurios de Álvarez bautizados en honor al historiador argentino Gregorio Álvarez vivieron en el Jurásico. Medía unos tres metros y ya tenía los fuertes brazos delanteros con una garra alargada que legó en parte a sus sucesores que vivieron en el Cretácico.
"El H. sollers es un fósil de transición, pues muestra los primeros pasos evolutivos que formaron las raras manos que tenían los alvarezsáuridos", explica Jonah Choiniere, investigador de la Universidad George Washington (EEUU) y uno de los autores del trabajo. Cree que usaban esa larga garra para escarbar.
El H. sollers era bastante más grande que otros alvarezsáuridos posteriores. Los expertos opinan que, en su paso del Jurásico al Cretácico, el linaje experimentó un proceso de "miniaturización".
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