El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, está decidido a introducir la congelación presupuestaria durante tres años en un intento de reducir el déficit presupuestario que se calcula alcanzará US$ 1,5 billones en septiembre.
Sus portavoces confirmaron que hará el anuncio durante su discurso sobre el Estado de la Unión.
La medida afectará a los programas y entidades federales que abarcan desde parques nacionales hasta educación.
No obstante, departamentos claves como el de defensa, seguridad y sanidad quedarán exentos.
Una vez pasados los tres años, la congelación se convertiría en una subida no superior a la inflación.
Con la propuesta, Obama espera recortar el gasto en US$ 250.000 millones en diez años.
Oposición
La medida requiere la aprobación de ambas cámaras del legislativo.
El problema, según analistas, es que muchos integrantes del partido de Obama, se opondrán a recortes en departamentos como el de medio ambiente y educación.Por otro lado, la oposición no parece que vaya a mostrarse impresionada con la medida.
El portavoz del líder del partido opositor en la Cámara de Representantes John Boehner, Michael Stell, ironizó con la política presupuestaria del presidente y señaló que el recorte del gasto "es como anunciar una dieta tras ganar un concurso de comer pasteles", en alusión al supuesto derroche de los últimos meses.
Replicando a ésto, seguro que los demócratas responden que fue George Bush quien se comió todos los pasteles.
Según expertos, el presidente Obama, también quiere aprovechar su discurso sobre el Estado de la Unión para recuperar la iniciativa, en especial después del fracaso de su partido en las elecciones en Massachesetts.
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