Si cantar los clásicos de ABBA con la banda sonora de la película "Mamma Mia!" no es suficiente, ahora los fans tendrán la oportunidad de actuar junto a versiones holográficas tridimensionales del cuarteto sueco en una nueva exposición dedicada a la banda.
ABBAWORLD, que se inaugura el miércoles en el Earls Court de Londres, quiere aprovechar el éxito de la banda, cuya película "Mamma Mia!" es el DVD más vendido en Reino Unido y el musical del mismo nombre llena teatros alrededor del mundo.
Los miembros del grupo dijeron durante la inauguración de la exposición el martes a última hora que la muestra, en 25 salas y que incluye vestimenta original, secuencias de películas y objetos de interés de su época de auge, era más "realista" de lo que algunos visitantes podrían esperar.
"Es inesperado, menos glamuroso, creo, de lo que la gente probablemente espera, pero muy fiel a la historia", dijo Bjorn Ulvaeus a Reuters.
Su compañera en el grupo Anni-Frid Lyngstad coincidió.
"Es muy realista de una manera que realmente me gusta porque es como cuando empezamos, humildes, haciendo lo que nos gustaba y con lo que finalmente tuvimos éxito", comentó.
Con el respaldo del grupo, que ha rechazado actuar pese a las presiones de sus seguidores y financistas que ven ganancias potencialmente inmensas, la exposición dará la vuelta al mundo.
La música de ABBA se escucha en todo el mundo y canciones como "Dancing Queen" y "The Winner Takes It All" recuerdan al público lo que hizo de este grupo formado por dos parejas, ahora divorciadas, uno de los espectáculos más exitosos en la historia del pop con ventas de alrededor de 400 millones de discos.
La banda se disolvió en la década de 1980.
En la exposición también se puede ver una cabaña donde los miembros del grupo compusieron algunos de los mayores éxitos de ABBA e incluso un helicóptero como el que aparece en la portada del álbum "Arrival".
Los elementos interactivos incluyen preguntas, una mezcladora de música y un holograma para cantar a dúo.
Las entradas para adultos cuestan unas 20 libras (unos 22 euros) y la muestra estará en Londres hasta el 28 de marzo.
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