Los seres humanos siempre queremos estar a la última, sobre todo de los avances tecnológicos. Cuando algunos no avanzan en ningún sentido, como por ejemplo el teletexto, nos familiarizamos con ellos y pronto dejan de presentar complicación. Por el contrario, cuando circulan a la velocidad de la luz, como es el caso de Internet, es muy difícil seguir su ritmo. Si además mezclamos reformas políticas y una economía en tiempos de crisis, nos encontramos con situaciones tan rocambolescas como que alguien de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos utilizara un software P2P para bajarse archivos multimedia sin saber que lo era.
En ocasiones no es cuestión de ignorancia o de la incapacidad para asimilar todos los conceptos y cambios que surgen cada segundo en la Red. Muchas veces es falta de sentido del humor. El miércoles cerró el canal de YouTube de la polémica revista de humor, El Jueves. Parece ser que Ramoncín tiene a una serie de personas peinando Internet, en busca y captura de bromas relacionas con su persona y con la intención de censurarlas. ¿Y no es más fácil reírse de uno mismo?
La tecnología no se entiende y muchos caen en la paradoja del usuario activo, intentando aprender rápido pero sin asentar unas bases sólidas. Esta paradoja alcanza su máximo exponente si mezclamos dos conceptos: filosofía latina de "acabar rápido" e IKEA. El resultado es que nos aventuramos a construir nuestro mueble sin leer las instrucciones pensando que lo haremos más rápido de esta forma. Está claro que debemos leer y escuchar, aunque no lleguemos a entenderlo siempre todo, como es el caso del nuevo lenguaje de programación de Google. ¿Por qué Google lanza Go cuando uno de los motivos de éxito de Android ha sido su carácter abierto y el uso de un lenguaje conocido y extendido, JAVA? El debate queda abierto.
A pesar de tantos cambios y la crisis, no estamos en un momento tan crítico como el que atravesaron nuestros antepasadao hace 70.000 años, cuando la población mundial humana llegó a ser de solo dos millares de individuos debido a las condiciones extremas. Información que conocemos gracias al ADN mitocondrial y el proyecto Genographic. Si no hemos llegado todavía a entender las cosas que siempre han estado ahí, ¿cómo vamos a entender las nuevas?
No hay comentarios:
Publicar un comentario