Los videojuegos son protagonistas de la actualidad; no por un nuevo lanzamiento o unos resultados económicos, sino debido un rocambolesco suceso que bien podría ser el Quijote de nuestros días. En esta noticia, el ingenioso hidalgo es un holandés de 35 años, los libros de caballerías toman forma de juegos de terror y los molinos se transforman en hospital.
Según informa el medio holandés De Talagraaf y traduce el blog 24 Oranges, el suceso sucedió el pasado mes de abril. Un hombre de 35 años conocido como Jan H. entró en el centro holandés Sophia Hospital y se infiltró hasta los sótanos, donde apagó toda la instalación eléctrica. Lo más increíble es que asegura que lo hizo sumido en un estado de paranoia que le indujo a pensar que estaba jugando con el título de terror Silent Hill de Konami y él estaba solucionando un puzle.
El apagón se prolongó durante 45 minutos, provocó que aparatos dejaran de funcionar y que muchas personas quedaran atrapadas en los ascensores. Sin embargo, la pasada semana la justicia holandesa le declaró inocente al considerar que no era dueño de sus actos. "No tenía idea de las consecuencias reales de sus acciones", aseguró el juez encargado del caso.
Silent Hill es un juego del llamado género survival horror, en el que el jugador se pone en el papel de un personaje que vive una aventura normalmente en tercera persona y debe sobrevivir gestionando recursos limitados y luchando contra criaturas terroríficas. Concretamente, el hospital es un escenario recurrente en las entregas –y en la película– de Silent Hill.
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