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2009/11/21

No diga aventura, diga Uncharted 2

Fuente: Libertad Digital.

Precisamente para esta última tenemos un juego de esta naturaleza. Una aventura que lo hace todo bien y que, para postre, hace de la narración en los videojuegos un arte.

Lo mejor:

  • El apartado técnico: gráficos detallados, diseño brillante, sonido sobresaliente...
  • Desarrollo trepidante gracias al equilibrio de tiros, saltos y puzles con situaciones épicas.
  • "Experiencia cinematográfica" de primer nivel, por llamarlo de alguna forma: el guión y las secuencias se abrazan a la perfección con la parte interactiva.
  • Juego online que completa la experiencia una vez que se termina la soberbia aventura para un jugador.

Lo peor:

  • No tiene cooperativo para jugar el modo principal, a pesar de que -casi- siempre nos acompaña un secundario.
  • ...

Naugthy Dog, tenemos mucho que agradecerte. Esta compañía norteamericana saltó a la fama en la década de los 90 gracias a Crash Bandicoot, un marsupial que se convirtió en la mascota no oficial de Playstation gracias a sus excelentes juegos de plataformas. La compañía volvió a demostrar su maña en el género con Jak & Daxter, una trilogía también de saltos que poco a poco se mezcló con la acción.

Así fue como la compañía llegó a la que ha terminado siendo su obra cumbre: Uncharted. En 2007, junto al nacimiento de la consola, vio la luz Nathan Drake, un aventurero que debía saltar, disparar, pelear y resolver acertijos por paisajes a cada cual más exótico. La referencia todo el mundo la tuvo clara: Tomb Raider. Y aunque era cierto que Nate hacía prácticamente lo mismo que Lara Croft, lo hacía mejor que ella de un tiempo a esta parte.

Aquel fue un juego brillante en todos sus apartados y únicamente hubo algunos que criticaron la a veces lineal sucesión de situaciones en el desarrollo: saltos, disparos, puzzles y vuelta a empezar. Todo muy divertido y muy bien hecho, pero nada nuevo bajo el sol.

Ahora el aventurero ha vuelto y el envoltorio se parece mucho, con lo que cabe preguntarse: ¿qué ha cambiado? Pues todo un poco hasta casi la perfección. Los detalles han sido pulidos en cada uno de los aspectos del título, a lo que hay que añadir unas situaciones épicas de esas que quedan en la memoria.

¿Recordáis la primera vez que anduvisteis por los andurriales del palacio de Peach en Mario 64, el momento en el que posasteis vuestros ojos en los escenarios prerrenderizados de Donkey Kong, la batalla final contra Liquid en Metal Gear Solid? Pues apuntad en la libreta alguna de las épicas situaciones que ha creado Naugthy Dog.

Un desarrollo lleno de aventura

Nathan Drake es un aventurero y como tal siempre está dispuesto a encontrar un tesoro perdido, explorar una cueva recóndita o conocer a una lozana e intrépida moza. Con tal predisposición, no puede evitar embarcarse en la búsqueda de Shambala, una ciudad perdida donde Marco Polo escondió una piedra preciosa de gran valor.

Así es como arranca una aventura que tiene lugar en su mayor parte en el Himalaya, pero mezclando todo tipo de entornos para que al jugador no se le haga monótona la experiencia: selvas, ciudades, cavernas, montañas nevadas, templos, etc. Se trata de una historia interesante, cuyo ritmo es creciente y que, además, se narra de forma brillante mediante secuencias que se integran en la acción sin cortes. De hecho, no vemos ni una sola secuencia de carga tras la que inicia el juego.

Nathan es un hombre de acción y de esos sujetos que no pueden evitar echarse amigos que les traicionan, rodearse de chicas guapas o enfrentarse a los enemigos con ningún escrúpulo. Todo eso será lo que se encuentre en su aventura, repleta de acción, disparos, plataformas y puzzles.

El control del personaje apenas ha cambiado desde la primera parte, aunque se han mejorado pequeños detalles como el lanzamiento de granadas o la cobertura, con situaciones más variadas y dinámicas. Asimismo, los escenarios han ganado en complejidad, de tal forma que tanto los combates como las zonas de saltos son menos lineales y llenos de posibilidades.

Para rematar, tiroteos y saltos se combinan de forma menos marcada, lo que contribuye a garantizar variedad y obligar a no bajar la guardia; y los puzzles nos sorprenden por su originalidad –si bien resultan bastante sencillos de resolver– y nos arrancan más de una mueca de sorpresa y satisfacción.

Situaciones de infarto

Lo que marca la diferencia de la aventura de Nathan Drake con su predecesora y otros juegos del género es la gran cantidad de situaciones épicas que despliega a lo largo del juego. Bien es cierto que la anterior entrega ya nos ponía en vilo más de una vez pero Uncharted 2 alcanza cotas pocas veces vistas. No queremos desvelar detalles porque precisamente la sorpresa es uno de los factores que hacen grande la experiencia pero esperad persecuciones, enemigos finales y hasta sucesos paranormales.

En 12 horas llegamos al final de los 26 episodios que componen el guión. Una duración correcta que sabe a poco con tanta diversión. Eso sí, invita a jugarlo en más ocasiones gracias a las decenas de tesoros que hemos de ir recogiendo por los escenarios y el dinero que vamos recolectando cuando realizamos determinadas acciones. Este último nos sirve para comprar extras como vídeos del making off, bocetos o atuendos.

También se pueden vivir nuevas situaciones gracias al genial juego en Red. A pesar de que no podemos disfrutar de la aventura junto a un amigo, sí podemos afrontar junto a tres online niveles extra, además de otros modos más clásicos como batallas por equipos o 'captura la bandera'. Para hasta 10 participantes.

Qué bien te veo, Nate

El apartado técnico es de lo mejor que se ha visto en esta generación. Al igual que la primera parte, los personajes han sido creados desde cero y sus rostros han sido "dibujados" y animados manualmente, logrando una expresividad asombrosa. Lo mismo ocurre con las animaciones del juego: son manuales pero muy fluidas y realistas. Distinto es el caso de las secuencias, que gracias a la captura de movimiento alcanzan un realismo asombroso.

El resto: texturas, fluidez, tamaño de los edificios, profundidad de campo, número de polígonos, efectos gráficos –partículas, sombras, brillos, blur–... todo llama la atención. Geniales.

La música, orquestal, cumple con los cánones del género cinematográfico de las aventuras, con partituras que os harán sentir como auténticos saqueadores de tumbas. Además, se encuadran de forma dinámica a la acción. Los efectos sonoros –pisadas, ecos, disparos...– se adaptan al contexto y alcanzan su cenit con el excelente doblaje a nuestro idioma. Sobresaliente de nuevo.

Conclusión

Apenan salen otras cosas que no sean elogios de una aventura como Uncharted 2. Únicamente pueden permitirse pasar de él aquellos que por algún tipo de trauma infantil o fobia irracional tengan aversión a los juegos de aventuras. El resto le estarían haciendo un flaco favor a sus PS3 si no metieran en sus entrañas un título que es de lo mejor del año y de lo mejor de su catálogo. Lo dicho: una aventura con mayúsculas.

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