El hombre no acabó con los mamuts y otros grandes mamíferos que dominaban Norteamérica hace 15.000 años, según revelan vestigios de estiércol de la época.
El enorme mamífero cubierto de pelo y con trompa de elefante desapareció casi 1.000 años antes de la llegada de los clovis, los primeros humanos de los que quedan rastros en la zona, señala un estudio publicado en Science. El trabajo también descarta que uno o varios meteoritos acabasen con el mamut y el resto de la megafauna de la época, como mantenía otro trabajo publicado en la misma revista a principios de año.
Los expertos han analizado restos de un hongo que crece en los excrementos y cuyas esporas aún se conservan en los sedimentos de un lago de Indiana (EEUU). El hongo está íntimamente ligado a los mamuts, mastodontes, castores gigantes y otros grandes herbívoros de la época, pues necesitaba ser digerido para completar su ciclo vital.
Puntas de lanzas
Los rastros de esporas comenzaron a disminuir hace unos 15.000 años hasta casi desaparecer 1.000 años después. Esto implica que los primeros humanos que llegaron hace unos 13.000 años no pudieron cazar al mamut hasta exterminarlo. La teoría se sustentaba en parte por las puntas de lanzas especializadas que desarrollaron los primeros pobladores de la zona para cazar animales grandes.
Aunque el estudio no descarta que pudieran hacerlo, el declive de las especies llevaba mucho tiempo en marcha. "Nuestros datos no cuadran con un exterminio rápido de estos animales a manos del hombre", aclara Jacquelyn Gill, investigadora de la Universidad de Wisconsin y una de las autoras del trabajo.
El análisis también descarta la posibilidad de que fuera un meteorito el que acabase con la megafauna, pues el impacto sucedió hace unos 12.900 años, cuando los animales ya habían desaparecido tras un lento declive que duró un siglo.
Impacto en la vegetación
El trabajo también da la vuelta a la teoría de que los grandes mamíferos que vivieron durante la última edad de hielo desaparecieron por cambios en la vegetación. Según sus datos, fue su extinción lo que favoreció la aparición de nuevas especies de árboles al final de la glaciación.
La nueva teoría se sustenta en la abundancia de polen y carbón en la zona de estudio. Estos dos elementos ilustran la aparición de nuevas especies de hoja caduca y un periodo de fuegos más frecuentes, que coincidió con el ascenso de las temperaturas. Según los datos, el polen y el carbón vegetal comenzaron a aumentar después de que los grandes mamíferos hubieran desaparecido.
Los autores creen que fue la ausencia de grandes herbívoros lo que permitió crecer y colonizar el terreno a las nuevas especies de hoja caduca, en un terreno dominado hasta entonces por especies de hoja perenne. "Estas nuevas especies hubieran crecido antes en la zona si no hubieran existido los grandes herbívoros que devoraban sus hojas", comenta Gill.
El estudio, en todo caso, no consigue responder a la gran pregunta de por qué se extinguieron los mamuts y el resto de especies, pero los autores de la investigación piensan que los datos recopilados pueden apuntar hacia nuevas explicaciones.
Un lento declive de 1.000 años
1. Estiércol
Restos de estiércol en el lago Appleman de Indiana indican que el declive de los grandes herbívoros comenzó hace 14.800 años y concluyó 1.000 años después.
2. Humanos
Los primeros humanos llegaron hace 13.000 años, lo que descarta que pudiesen exterminarlos.
3. Meteorito
El meteorito que supuestamente acabó con los mamuts cayó hace 12.900 años, después de su desaparición.
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