El gobierno de Bolivia abrió un nuevo frente de batalla en su lucha por legitimar el cultivo de coca en el país: este año buscará desarrollar una nueva bebida energizante a base del controvertido cultivo, que se llamará tentativamente Coca Colla.
Así lo informó el viceministro de la Coca, Jerónimo Meneses, quien señaló que la iniciativa surgió originalmente de los campesinos cocaleros de la región del Chapare, en el departamento de Cochabamba.
La propuesta —que podría eventualmente convertirse en un negocio mixto entre los privados y el Estado— busca claramente hacer frente a la gaseosa más popular del mundo.
El nombre de la bebida, que podría ser cambiado, es un juego de palabras que hace referencia a los collas, como se conoce a los descendientes aymaras, el pueblo indígena del que proviene el presidente de Bolivia, Evo Morales.
Si bien los fabricantes de Coca-Cola aseguran que desde 1929 dejaron de usar la hoja de coca como parte de su famosa fórmula secreta, lo cierto es que el mandatario boliviano siempre ha cuestionado esa aserción (junto con muchos otros que comparten su teoría a través de internet).Según el viceministro de Desarrollo Rural de Bolivia, Víctor Hugo Vázquez, la propuesta anunciada forma parte de los intentos del estado boliviano de industrializar la coca, un cultivo milenario que es popularmente consumido en el país, donde es masticado o usado como infusión, entre otras prácticas.
ONU
En noviembre pasado la Organización de Naciones Unidas (ONU) reconoció los usos tradicionales de la coca, afirmando que la lucha contra las drogas debe "tomar debidamente en cuenta los usos tradicionales lícitos de los cultivos, cuando existan datos históricos sobre ese uso".
No obstante, un informe de junio de la ONU también había advertido que la producción de cocaína –la droga fabricada a partir de la hoja de coca— aumentó notoriamente en Bolivia durante el último año.
El informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) señaló que la producción de cocaína en Bolivia se elevó un 9%, hasta las 113 toneladas.
En tanto, el cultivo de hoja de coca subió un 6% durante ese período.
Más plantaciones
Además de generar polémica por hacer frente a una de las empresas más poderosas del mundo, la propuesta de crear la Coca Colla también es controvertida porque hace parte de un planteo del gobierno de Morales para ampliar los cultivos de coca.Las autoridades quieren legalizar 8.000 hectáreas de la planta, que se sumarían a las 12.000 que en la actualidad están permitidas para satisfacer la demanda legal.
Según la visión del gobierno, del total de 20.000 hectáreas unas 16.000 alcanzarían para destinar al "consumo tradicional" del producto, lo cual dejaría un excedente de 4.000 hectáreas que podrían ser usadas para otros usos industriales lícitos, como la fabricación de Coca Colla o la exportación a terceros países.
Por su parte, el presidente de la Federación de Cocaleros de Cochabamba, Julio Salazar, dijo a BBC Mundo que mientras los productores del cultivo defienden el derecho de Bolivia a comercializar los productos hechos a base de coca, son cautos a la hora de ampliar las áreas de plantación.
"Creemos que primero debemos desarrollar un plan de industrialización, ya que somos conscientes de los riesgos que implica la producción excedente de coca", señaló el dirigente cocalero.
La posible expansión de las áreas permitidas de cultivo deberá ser debatida este año por la Asamblea Legislativa Plurinacional —el Poder Legislativo de Bolivia— que cuenta con mayoría oficialista.BBC Mundo solicitó una entrevista con las autoridades bolivianas para hablar sobre la creación de la Coca Colla y los planes de industrializar la coca, pero voceros del gobierno informaron que los funcionarios prefieren no hablar sobre el "delicado" tema hasta después del 22 de enero, fecha en la que toma posesión el reelecto Evo Morales.
Preocupación
Pero los planes de ampliar los cultivos de coca y de industrializar ese producto no son vistos con buenos ojos por todos.
Las organizaciones de lucha contra el narcotráfico advierten que una mayor producción de hoja de coca haría aumentar también la fabricación de cocaína.
Según un estudio de la ONUDD, realizado sobre la base de fotos satelitales, ya hay en el país casi el triple de áreas cultivadas con hojas de coca de lo permitido legalmente.
El propio gobierno admitió que la coca boliviana es contrabandeada a otros países del Cono Sur como Argentina, Paraguay y Chile.
Sin embargo, para las autoridades bolivianas, la solución no es restringir la producción, sino vigilar su uso.
"A nivel de las cancillerías se debe legalizar el ingreso de coca a países vecinos para que lo consuman de manera controlada y fiscalizada", señaló el viceministro de Desarrollo Social, Felipe Cáceres, responsable de la lucha contra las drogas.
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