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2011/03/07

Las chuletas en el móvil llegan a la facultad

Finales de enero. Casi noventa estudiantes de Políticas y Sociología de la UAB se enfrentan a su primer examen en la universidad. El profesor reparte las preguntas y los alumnos se preparan para responderlas bolígrafo y móvil en mano. En su smartphone varios estudiantes guardan los apuntes de todo el semestre, tienen conexión a internet y, si tercia, buscan la respuesta a las preguntas de la prueba en Google. Incluso, poniendo en práctica el trabajo en red que tanto facilitan las nuevas tecnologías, se mandan mensajes a través de Whats app o BlackBerry Messenger para intercambiar respuestas y ayudar a los compañeros que no saben qué contestar. Un examen colaborativo. Era la prueba de la asignatura de Ciencia Política, en primer curso, y la muestra de que la chuleta en el móvil se ha colado en las universidades.
Los smartphones han llevado al extremo el arte de la chuleta, tal y como explica I. –prefiere no revelar su identidad para no ser acusado de chivato por sus compañeros de clase–. Es alumno de 1º en la facultad de Políticas y Sociología de la UAB y el día de su primer examen quedó perplejo. “Empezamos y un grupo de compañeros sacó la BlackBerry, tenían archivos de Word con los apuntes guardados y se estaban enviando mensajes para chivarse las respuestas”, recuerda. “Fue alucinante, la gente tenía el móvil encima de la mesa y no llevaba reloj deliberadamente para hacer ver que miraba la hora en el móvil”, añade.
El profesor no se dio cuenta de nada. “Somos muchos en clase y es difícil que una persona nos controle a todos”, lo justifica I. También puede que el profesor no concibiera que universitarios, todos ya mayores de edad, recurran a estas triquiñuelas para sacar adelante una carrera. “Supongo que los profesores más mayores no están acostumbrados a estos móviles y por eso no se les ocurre todo lo que pueden hacer, ni siquiera yo me había planteado utilizar mi BlackBerry en el examen”, dice I. Algunos docentes siguen anclados en los tiempos de la chuleta del boli Bic.
Las navidades pasadas el regalo estrella entre muchos adolescentes fue la Blackberry Curve 8250, uno de los modelos más básicos y baratos, pero con todos los elementos necesarios para transformarse en una potencial gran chuleta. “Ha tenido tanto éxito que mucha gente en la universidad se está comprando este modelo para poder copiar en los exámenes”, asegura I. Alba, amiga suya y estudiante de periodismo en la UAB, asiente. “Cada vez es más común recurrir al móvil en los exámenes, pero sólo con determinados profesores, los que no vigilan tanto o hacen exámenes en los que sólo hay que memorizar. Pasa en todas las universidades”, explica.
El uso del móvil como chuleta ya tiene tradición en los institutos, pero allí los profesores han desarrollado técnicas para evitarlas: o directamente prohíben llevar el móvil al aula, o preparan exámenes en los que unos apuntes no bastan para aprobar. En las carreras técnicas y de ciencias el móvil-chuleta no está tan extendido precisamente por este motivo. Carles C., alumno de primer curso de Ingeniería Mecánica en la UPC, afirma que él también ha visto cómo algunos estudiantes de esta universidad recurren al móvil, aunque de forma minoritaria: “Nuestros exámenes no se aprueban con unos apuntes, en todo caso te sirve para salir del paso y conseguir un cinco justo, pero no para sacar grandes notas”. Los profesores no les prohíben el móvil en clase, según explica Carles C. Alumnos de Medicina de la UAB también aseguran que las chuletas-móvil brillan por su ausencia en esta carrera. “Aquí la gente está acostumbrada a estudiar”, apuntan. Sin embargo, en carreras del ámbito de las ciencias sociales y las humanidades son cada vez más frecuentes, según explican alumnos de la UB y la UPF.
A.M., de 22 años y alumna de Derecho en la UAB, reconoce utilizar su BlackBerry con estos fines. Es un fenómeno que se extiende por toda España. Victoria L. de 18 años y estudiante de Odontología en la Universidad de Sevilla afirma que es habitual ver a compañeros usando esta técnica. “Los profesores deberían requisar los teléfonos ”, dice. Como ocurre en secundaria.
A los compañeros de I. les salió bien la jugada: “El miércoles colgaron las notas de este examen y los que usaron la BlackBerry sacaron mejores notas, lesmotivará para seguir haciéndolo”.

La Vanguardia

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