Lo que hace algunos años parecía una utopía, hoy empieza a tomar fuerza. Así lo manifestó el canciller de Ecuador, Fander Falconí, al señalar la conformación de un fideicomiso administrado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) como uno de los avances del proyecto Yasuní-ITT, que busca dejar a perpetuidad bajo tierra una importante reserva petrolera en la Amazonía ecuatoriana a cambio de un aporte económico de la comunidad internacional.
A decir de Falconí, el convenio se establecerá en las primeras semanas de noviembre. Este mecanismo financiero permitirá definir fondos internacionales de países como Alemania, que se convertiría en el primer país en concretar su aporte por un monto de alrededor de US$50 millones anuales durante 13 años.
El proyecto Yasuní-ITT persigue dejar sin explotar unos 850 millones de barriles de crudo pesado que se estima que existen en el campo Ishpingo-Tambococha-Tiputini (ITT), ubicado en el Parque Nacional Yasuní. Dicho Parque es un territorio de más de 900.000 hectáreas que conforman una de las reservas naturales más importantes del mundo y que alberga a dos grupos indígenas en aislamiento voluntario: los Taromenani y los Tagaeries.
Según las estimaciones del canciller Falconí, el valor de las reservas de petróleo en el campo ITT alcanzaría unos US$6.000 millones. De ese monto, Ecuador renunciaría a la mitad y buscaría que la comunidad internacional otorgue USD$3.000 millones, dinero que sería destinado a proyectos de energía renovable, programas ambientales y el desarrollo social de las comunidades amazónicas.
"Ustedes pueden imaginarse lo que un país, con altas necesidades en desarrollo humano (…), puede hacer con US$6.000 millones; la cantidad de escuelas, de hospitales que puede poner a disposición de su gente; la cantidad de obras en materia de infraestructura productiva o de proyectos relacionados con mejorar la calidad de vida de la población de un país como Ecuador", enfatizó el canciller.
Correa promoverá el proyecto en Londres
La próxima semana se inicia una gira de promoción del proyecto Yasuní-ITT por Europa y Estados Unidos que tendrá como punto central la presentación que hará el presidente de Ecuador, Rafael Correa, en Londres, en un foro convocado por Canning House, el próximo 27 de octubre.
Yolanda Kakabadse, miembro del Consejo Administrativo y Directivo (CAD) del proyecto, y quien estará en Londres junto con el presidente Correa y el canciller Fander Falconí, dijo a BBC Mundo que el objetivo de la gira es lograr un apoyo político y económico por parte varios países, más allá de que anotó que es difícil prever en qué medida cada gobierno estará en capacidad de comprometer apoyos dada la crisis económica mundial y la necesidad de acuerdos internos en cada país.
"Lo que nos interesa es que cada país que visitaremos conozca la propuesta, vea la maravillosa oportunidad que existe para reducir el calentamiento global y que nos den el apoyo político", dijo Kakabadse.
A decir de la experta en temas ambientales, la presentación del presidente Correa en Londres será clave, dado que "Londres es la capital financiera de Europa y eso es importante en un mundo donde el análisis del cambio climático está siendo visto como un problema económico".
"Todo lo que podamos decir en Londres va a tener mucha resonancia en las otras capitales europeas", enfatizó Kakabadse.
La gira promocional que efectuarán representantes del proyecto además incluirá Estados Unidos, Canadá, Francia, Suecia y Bélgica, y es parte de una estrategia de difusión que ya ha alcanzado a varios países europeos.
Posibilidad de canje de deuda con España
Además de Alemania, otro país que ha confirmado su interés por aportar al proyecto Yasuní-ITT ha sido España. Yolanda Kakabadse dijo que al momento autoridades de dicho país y de Ecuador están revisando la posibilidad de que el aporte español se concrete a través de un canje de deuda.
A decir de la experta, es importante que varios países de Europa y EE.UU. analicen el proyecto previo a la Cumbre Mundial de Cambio Climático, a realizarse en diciembre en Copenhague, Dinamarca.
"Esperamos que con el apoyo político de varios gobiernos, el proyecto Yasuní se convierta en un tema de conversación e interés para gobiernos y actores de la sociedad civil que se encuentren en Dinamarca", manifestó Kakabadse.
El proyecto prevé que además de los aportes de gobiernos, también instituciones y ciudadanos en cualquier parte del mundo pueden contribuir con la compra de barriles virtuales de petróleo. La iniciativa incluye el Certificado de Garantía Yasuní, un documento que permitirá a los aportantes reclamar sus recursos en caso de que Ecuador incumpla su compromiso.
Servicio ambiental para el mundo
David Romo, uno de los directores de la Estación de Biodiversidad Tiputini -un centro de investigación instalado en la zona del Parque Yasuní por la Universidad San Francisco de Quito, en colaboración con la Universidad de Boston-, señaló a BBC Mundo que el punto principal de la propuesta que desde la próxima semana llevará Ecuador a Europa y EE.UU. debe ser el del servicio ambiental que el proyecto implica para el mundo.
"El proyecto Yasuní-ITT contribuye a la reducción de emisiones de carbono del planeta y a la mitigación del calentamiento global; ese es su principal servicio al mundo", manifestó Romo.
El proyecto evitaría la emisión de cerca de 400 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono. Romo añadió que el avance de la iniciativa además logrará que se refuercen las políticas de conservación ambiental en Ecuador.
A decir del experto, para quien el monto económico que se busca con esta iniciativa es alcanzable, la presencia del PNUD y la conformación del fideicomiso representan una mayor garantía de que el proyecto será manejado de acuerdo a lo estipulado.
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