Fuente: ABC.
Si en España contamos con la SGAE como «defensora» de los derechos de autor y el buen uso de los mismos, en Reino Unidos la compañía Warner Brothers se ha unido a tan loable causa. Y es que el gigante del celuloide ha decidido prohibir la celebración de una cena privada en una casa del oeste de Londres porque, según su criterio, «vulnera los derechos de autor» de Harry Potter.
La anfitriona, una mujer conocida como «Señora Marmite Lover», suele organizar con bastante frecuencia encuentros temáticos en su casa, hasta el punto de que recientemente ha puesto en marcha una nueva experiencia culinaria llamada «El Restaurante Subterráneo».
Un mágico menúEl evento, sin ánimo de lucro y rebautizado como «La noche del mago», iba a ofrecer a sus ilustres invitados un mágico menú compuesto por vino de diente de león, sopa de calabaza y el favorito de Dumbledore, farsas de menta. Los invitados serían conducidos por el «Callejón Alley», junto a la casa, y recibidos por un retrato de la «Mujer Gorda», que les exigiría una contraseña para poder entrar y disfrutar de la cena. Pero el evento se canceló cuando Warner Brothers se enteró de los «maléficos» planes de la «Señora Marmite Lover».
Ésta recibió en su «muggle» buzón una carta emitida por el Departamento Legal de Warner Brothers que decía lo siguiente: «Estimada Señora Marmite Lover. Aunque estamos encantados con que sea una fanática seguidora de la saga de Harry Potter, desgraciadamente su propuesta utiliza los derechos de Harry Potter... sin nuestro consentimiento estaría infringiendo los derechos de autor de Warner».
Como respuesta a la misiva, la «Señora Marmite» dijo: «Comprendo que necesitan proteger sus derechos, pero se trata únicamente de una cena, de la que yo no obtengo ningún beneficio, inspirada en los libros y su contenido culinario. Mi hija es una gran fan, llegando incluso a la obsesión».
La trayectoria de la «Señora Marmite» como anfitriona de este tipo de eventos temáticos es larga y el resto de compañías que por uno u otro motivo se han visto implicadas, se han mostrado siempre encantadas con el uso y disfrute de sus marcas. De hecho, en lugar de emitir cartas de advertencia, las multinacionales llegaron a abastecer las cenas con catering de forma completamente gratuita..
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