En la mayoría de las sociedades amazónicas las relaciones extramatrimoniales eran parte de la vida común y corriente.
Y si la mujer quedaba embarazada, se creía que todos los hombres con quien había mantenido relaciones sexuales eran padres de su hijo.Estas son las conclusiones de una investigación llevada a cabo por antropólogos en Estados Unidos, publicada en Proceedings of the National Academy of Sciences - PNAS (Actas de la Academia Nacional de Ciencias).
Los científicos de la Universidad de Misuri estudiaron las etnografías de 128 sociedades de la Amazonía sudamericana y descubrieron que en 53 de estos grupos (el 70%) era normal la práctica de la "paternidad múltiple".
Este concepto -afirman los investigadores-, en el que las parejas sexuales de una mujer eran consideradas "padre biológico parcial" de un niño, estaba muy arraigado en esas culturas.
"La creencia de que más de un varón podía contribuir a la formación de un feto era común en la Amazonía sudamericana", afirman los autores.
"Y estaba caracterizada por las relaciones sexuales no exclusivas y varias formas institucionalizadas de reconocimiento e inversión en los múltiples padres", agregan.
De hecho, tal como explica el profesor Robert Walker, quien dirigió el estudio, "se consideraba algo extraño que una mujer no tuviera múltiples parejas sexuales. Los primos eran a menudo los compañeros preferidos, así que era particularmente descortés rechazar sus insinuaciones".
Creencia común
Se sabe que las antiguas culturas amazónicas contaron con exitosos sistemas económicos y complejas formas de organización social.Estudios anteriores habían encontrado que estas sociedades practicaban la paternidad múltiple como un modo de reducir el riesgo de la mortalidad infantil.
Pero no se sabía quiénes o cuántos habían mantenido esta práctica.
El estudio muestra que la creencia de la paternidad múltiple era mucho más común que la paternidad singular.
Según el profesor Walker, como las parejas casadas solían residir con la familia de la esposa, las mujeres gozaban de una amplia libertad sexual y "se consideraba malos modales que un esposo se mostrara celoso por las parejas extramatrimoniales de su mujer".
Tal como señalan los investigadores, el objetivo final de estas aventuras fuera del matrimonio era lo que se consideraba "el beneficio" de la paternidad múltiple.
"Las mujeres creían que al tener numerosas parejas sexuales obtendrían el beneficio de una mayor reserva genética para sus hijos", dicen los autores.
Las mujeres, agrega, se beneficiaban con este sistema porque los padres secundarios solían dar regalos al niño y ayudar a su sustento, lo cual a su vez incrementaba las tasas de supervivencia de los niños.
Además, como las guerras eran tan comunes en las antiguas sociedades amazónicas, si la madre quedaba viuda siempre habría otras figuras paternas para el niño.
Pero no sólo las mujeres tenían beneficios con el sistema de paternidad múltiple, dicen los investigadores. Los hombres también obtenían algo.
"Al compartir a sus esposas, los hombres eran capaces de formalizar alianzas con otros hombres", dice el estudio.
BBC Mundo
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