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2010/11/29

Roma no paga el cheque climático'

El ministro de Economía italiano, Giulio Tremonti, suele utilizar una muletilla recurrente cada vez que hay una urgencia: "Dinero hay". Sirvan como ejemplo las recientes inundaciones en el Veneto, la crisis de la basura en Nápoles o el derrumbe de la Casa de los Gladiadores en Pompeya. Para Tremonti, siempre hay dinero para tapar un agujero, aunque los Presupuestos Generales que pretende sacar adelante indiquen lo contrario.
La última vez que ha tirado de la frase ha sido para referirse a la cumbre de la ONU sobre el clima que empieza hoy en Cancún. La semana pasada, la comisaria climática de la Unión Europea, Connie Hedegaard, explicó que el éxito de esta reunión depende en buena parte de que la UE se presente como "una única voz". Pero para ser así, "estaría bien que Italia abonara el dinero que prometió en Copenhague el año pasado".
Allí, la UE acordó un fondo de ayuda a los países pobres de 2.400 millones de euros anuales entre 2010 y 2012. Para este año, faltan 200. Los que no ha puesto aún Italia. Para Hedegaard, "hay una gran diferencia entre llegar a Cancún diciendo que hemos respetado las promesas, a decir que estamos casi respetándolas [...]. Si el dinero de Italia llega antes de Cancún, sería algo muy bonito", dijo la comisaria.
Tremonti ya había recibido una advertencia durante la reunión de los ministros de Finanzas de la UE el pasado día 17. Entonces corrió raudo a decir que "dinero hay" y que "Italia cumplirá". Pero no se sabe ni cómo ni cuándo. Y por eso Hedegaard insistió en que "si los países industrializados empezamos sin cumplir nuestros compromisos, imaginen cuál va a ser el ambiente político".
Más que un descuido
El retraso puede no ser solo un descuido. En Pompeya, por ejemplo, el Gobierno italiano echó la culpa al cambio climático. Mientras, a falta del visto bueno del Senado, el Ejecutivo de Silvio Berlusconi saca adelante la Ley de estabilidad de Tremonti, en la que se recorta un 60% el presupuesto del Ministerio de Medio Ambiente.
La cartera que dirige Stefania Prestigiacomo pasará de manejar 1.649 millones de euros a 513 en 2011. La cifra seguirá reduciéndose hasta situarse en 498 para 2013. Los recortes de Tremonti disminuyen también un 45% la ayuda al desarrollo. Italia destinará el año que viene 179 millones de euros, la cantidad más baja de los últimos 20 años. Aunque los números tienen trampa: 80 millones de euros se escapan en gastos de gestión.

Publico

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