En el contexto de cambios que vive el periodismo actualmente, el papel que juegan las redes sociales están acaparando una parte importante del debate. En un artículo publicado en Mashable, web especializada en tecnología, Vadim Lavrusik aporta una aproximación interesante sobre cómo han influido estas plataformas en la forma en cómo se construyen las historias. Ha nacido, sin duda, una nueva manera de realizar investigaciones periodistícas.
El autor del análisis plantea que los medios sociales permiten a los periodistas «distribuir» ciertas tareas entre su comunidad de lectores, con el fin de que éstos puedan involucrarse directamente en la investigación de temas a través de los comentarios y pistas que dejan en estos espacios.
Los usuarios con una presencia activa en las redes sociales pueden actuar en determinados casos como un equipo de voluntarios para llevar a cabo investigaciones periodísticas. Sin embargo, esta comunidad de activistas no se construye sola y requiere un tratamiento cercano y considerado por parte del medio, lo que conlleva responder a sus observaciones y comentarios, animarles a participar de las historias que se publican o promover el intercambio de información.
Las redes sociales también permiten a los periodistas escuchar a su audiencia. Paul Bradshaw, fundador de Helpmeinvestigate.com, asegura que estas herramientas abren las puertas a la colaboración de los lectores en trabajos de investigación, consiguiendo «conectar a la gente en torno a una causa», algo que de otro modo no podría lograrse, según este experto en medios.
Seguimiento en Twitter
Sin embargo y aún admitiendo estas bondades, también es cierto que estas herramientas igualmente pueden afectar de forma negativa al periodismo de investigación. En este sentido, Bradshaw avisa que «al tratarse de material sensible las fuentes tienen que estar protegidas offline», pero las redes sociales no permiten que nada permanezca en el ámbito privado una vez que llega a internet y se difunde rápidamente, por lo que «todo el contenido debe ser adecuado a las personas que están involucradas y a los objetivos que estamos persiguiendo», puntualiza.
Con las mejoras que se introducen todos los días en los medios sociales, a los periodistas les resulta fácil hacer un seguimiento de las investigaciones a través de herramientas como, por ejemplo, Twitter, que les permite descubrir pistas, alentar a los lectores a dar su opinión, responder sus consultas y colaborar en sus historias.
Así que además de que las redes sociales han facilitado la interacción de periodistas y lectores (una comunicación de tú a tú), estos espacios han abierto la puerta a un nuevo concepto de credibilidad para los reporteros y las agencias gubernamentales. Sitios como Twitter y Facebook permiten a los periodistas y al público en general mantener un control sobre las autoridades. Los reporteros pueden acceder a fotos e información como nunca antes lo habían hecho. ¿Qué más se puede esperar de estas plataformas?
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