- Una presentación realmente buena. La recreación de los ambientes desérticos y la acción del combate es espectacular.
- El modo multijugador es bastante divertido e intenso. Las partidas suelen estar bastante equilibradas.
- Los mapas del modo campaña son demasiado lineales.
- Le falta una chispa para diferenciarse claramente del resto de competidores.
No obstante para triunfar hay que distinguirse y el juego se ambienta en un conflicto moderno y además real. La acción transcurre en una guerra de sobra conocida como es la que a día de hoy mantiene Estados Unidos en Afganistán contra los talibán. Ambas partes son protagonistas y enemigos de este título lleno de acción y mucha polémica.
Todo el desarrollo del juego transcurre en el país de Oriente próximo con una ambientación realista y espectacular. Desde rutas por el desierto en quad a escaramuzas en un pueblo casi derruido. Como en la mayoría de shooters actuales, las sensaciones que transmiten son intensas.
Una de las primeras cosas que notamos nada más empezar a jugar es el acertado diseño de los controles. Un manejo realmente sencillo e intuitivo ideal para quienes no estén familiarizados con el género. Las acciones están bien colocadas en el mando y en cuestión de minutos estamos listos para combatir.
Modos de juego
El modo campaña nos sitúa en la piel de un soldado americano integrante de un comando de acciones especiales. Su misión: acabar con el régimen talibán en Afganistán. A lo largo de las misiones vamos cambiando de personaje y por consiguiente de estilo de combate: desde misiones de asalto a operaciones más discretas.
Entre fase y fase las escenas de vídeo van hilando la historia que bien podría ser el perfecto guión de una película de acción militar. Una trama hilada correctamente con unos personajes y unos diálogos lo suficientemente verosímiles para atraparnos en los hechos mientras intentamos salvar al mundo de la amenaza talibán.
Aunque las misiones ofrecen bastante variedad el desarrollo de los mapas acaba limitándose a ir de un punto A a otro B. Apenas hay variedad de caminos y al final toda la acción –electrizante, eso sí– se reduce a ir hacia delante, matar enemigos y seguir avanzando.
En cuanto a la duración la expresión de "breve pero intenso" le viene como anillo al dedo al modo campaña. En unas 6 horas podemos superar todas las misiones sin mucha complicación. La inteligencia artificial de los enemigos no es especialmente dura y las misiones no plantean verdaderos retos.
Para quienes el modo campaña les haya resultado sencillo posiblemente encuentren un reto en el modo Nivel 1. Esta opción es una variación de la campaña original donde tenemos que superar las misiones contra reloj en el nivel más alto de dificultad.
Cada vez que conseguimos un disparo a la cabeza u otra acción especial el crono se para por unos segundos. Un reto muy divertido y que añade un grado de rejugabilidad si combatimos solos.
Como es habitual en el género, el plato fuerte de Medal of Honor está en el multijugador online. Un modo divertido donde se nota mucho el desarrollo de DICE, creadores de Battlefield Bad Company 2. Hasta 24 jugadores se ven las caras en unas modalidades que son viejas conocidas para los fans del género: combate a muerte, captura de puntos, destrucción de objetivos y misiones progresivas.
A nuestra disposición tenemos tres profesiones que definen nuestro propio estilo de juego. Desde el francotirador a los hombres de asalto de operaciones especiales cada uno de ellos con su propio arsenal. Eso sí, esta vez no podemos resucitar a nuestros aliados moribundos por un disparo mortal.
Según vamos eliminando enemigos y ganando partidas subimos de rango y por consiguiente desbloqueando nuevas armas y habilidades para usar en futuras partidas. Los mapas del modo online son bastante variados y lo suficientemente grandes para dar libertad de movimiento, mucha emoción y evitar que los usuarios se dispersen demasiado.
Apartado técnico
La fantástica ambientación de la que hace gala Medal of Honor está respaldada por un acabado visual sensacional. Todo ha sido cuidado al detalle, desde los objetos que decoran los diferentes escenarios a las espectaculares explosiones. Un motor gráfico muy robusto que recoge a la perfección el ambiente y la fuerza de los combates.
La banda sonora acompaña muy bien a la acción aunque los auténticos protagonistas son los efectos sonoros. Empleados con muy bien criterio refuerzan todo lo que estamos viendo en pantalla. Las voces de los personajes vienen dobladas al español y, aunque no son tan carismáticas como por ejemplo las de Bad Company 2, cumplen con su cometido.
Conclusión
Poco queda de Medal of Honor en esta nueva entrega. Es comprensible, los tiempos cambian y la franquicia ha estado algo desaparecida en los últimos años. La factura técnica del juego es indiscutible, salvo la linealidad de los mapas no tiene nada reprochable. Sin embargo el sub género de los conflictos modernos está empezando a envejecer. Salvo la temática, Medal of Honor no aporta nada verdaderamente innovador a pesar de que los fans de los shooter en primera persona muy posiblemente disfrutarán con él. Un buen título, pero uno más.
Libertad Digital
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