Pep Guardiola es a Google lo que José Mourinho es a Apple. El buscador de internet entrega el control a los clientes y sus dirigentes huyen del protagonismo. Guardiola, de 39 años, lo cede todo sus jugadores. Por el contrario, Steve Jobs controla la compañía y es la estrella. Mourinho, de 47 años, es el amo. El catalán, como Google, no invierte en publicidad. El portugués busca los titulares. "Pep es más tranquilo, Mou marca la pauta", explica el director de Eurotalent, Juan Carlos Cubeiro, autor del libro Mourinho versus Guardiola (editorial Alienta). A pesar de las aparentes diferencias, ambos entrenadores, que esta noche se verán las caras en el Camp Nou, se asemejan bastante, pero sobre todo sirven de ejemplo para la alta dirección y sus modelos de gestión. Tienen un objetivo común, por el que viven: ganar.
"Son de la misma generación, hablan idiomas, los dos planifican todo, no son nada intuitivos, defienden el análisis, además son ilustrados", señala Marcel Planellas, profesor del departamento de Política de Empresa de Esade. Cubeiro también les ve similitudes, ligadas a las cualidades que ha de tener un líder: "Saben mandar y decidir, tienen credibilidad y autoridad moral. Su filosofía es ganadora, además tienen serenidad y saben prescindir de todos los elementos tóxicos".
La principal diferencia está en su pasado profesional. Guardiola sabe lo que es ganar como jugador, Mourinho tiene esa espinita clavada porque su experiencia se ha labrado en el banquillo, no sobre el césped. "Pep es un gran jugador y capitán y aplica lo que ha vivido, Mou es deductivo, ya que lleva redactando informes sobre estrategia y jugadores desde hace 30 años. Ambos tienen las ideas claras, dicen lo que piensan, son transparentes y cuidan como pocos el talento de sus jugadores", prosigue Cubeiro. El director del Center of Sport Business Management del IESE, Sandalio Gómez, está fascinado con la personalidad de Mourinho y está preparando una investigación sobre el liderazgo del portugués aplicado al mundo de la empresa. "Tiene varias características, una es que no ve a la persona como futbolista, la ve como persona, lo que busca es conocer a la persona, hablarle con claridad, plantearle retos y entusiasmarle con aspectos positivos, de manera que encaje en el equipo".
Los jugadores suelen hablar bien de ellos, algo que desearía más de un ejecutivo de sus colaboradores. "No es de extrañar, cuando les tratas como a personas se obtiene el máximo rendimiento", señala Gómez, que destaca además la habilidad que tiene el entrenador del Real Madrid para que no haya barreras entre el jugador y el míster. Aunque, eso sí, "todo el mundo sabe que manda él". Guardiola, asegura Planellas, coloca al equipo en el centro del foco y él colabora. "Es curioso ver cómo no entra en provocaciones, es una persona fuerte y prefiere el silencio, defiende el orden y la estrategia", señala el docente de Esade.
Guardiola para algunos es todavía una incógnita, con el mérito de haber mantenido a un equipo de éxito, con un estilo de juego muy definido. "Ha conseguido no cambiarlo y eso es difícil, pero hasta que no entrene a otros equipos y pase momentos de dificultades no se verá el verdadero talento dirigiendo grupos", señala Gómez.
Y al igual que le sucede a muchos ejecutivos, Guardiola tiene poco recorrido empresarial (a pesar de que ha jugador en la liga italiana y en la de Qatar). Su carrera se ha forjado en el Fútbol Club Barcelona y ahí sigue. "Tiene cultura de la casa, el prestigio y el reconocimiento de toda la afición y eso es una ventaja", sostiene Gómez. Por el contrario, Mourinho tiene más mundo: ha sido intérprete, ayudante de entrenador, ha trabajado para el Oporto, el Sporting de Lisboa, el Chelsea, el Inter de Milán, y hasta coincidió con Guardiola en el FC Barcelona. "Es un profesional global, sabe relacionarse con diferentes culturas, con distintos socios, con la prensa, con el equipo, y eso se ve como un todo", señala el docente de Esade.
A la pregunta de en qué tipo de empresa tendrían éxito profesional existen coincidencias. "Pep tiene los valores de una empresa familiar, no le gusta destacar y prefiere que se hable de la empresa, no de él", señala Planellas, que colocaría a Mourinho en una multinacional, con un estilo rompedor. "Guardiola encaja en una empresa familiar y Mou en una multinacional de primer nivel que desee recuperar el número uno mundial", sentencia Gómez.
"Son de la misma generación, hablan idiomas, los dos planifican todo, no son nada intuitivos, defienden el análisis, además son ilustrados", señala Marcel Planellas, profesor del departamento de Política de Empresa de Esade. Cubeiro también les ve similitudes, ligadas a las cualidades que ha de tener un líder: "Saben mandar y decidir, tienen credibilidad y autoridad moral. Su filosofía es ganadora, además tienen serenidad y saben prescindir de todos los elementos tóxicos".
La principal diferencia está en su pasado profesional. Guardiola sabe lo que es ganar como jugador, Mourinho tiene esa espinita clavada porque su experiencia se ha labrado en el banquillo, no sobre el césped. "Pep es un gran jugador y capitán y aplica lo que ha vivido, Mou es deductivo, ya que lleva redactando informes sobre estrategia y jugadores desde hace 30 años. Ambos tienen las ideas claras, dicen lo que piensan, son transparentes y cuidan como pocos el talento de sus jugadores", prosigue Cubeiro. El director del Center of Sport Business Management del IESE, Sandalio Gómez, está fascinado con la personalidad de Mourinho y está preparando una investigación sobre el liderazgo del portugués aplicado al mundo de la empresa. "Tiene varias características, una es que no ve a la persona como futbolista, la ve como persona, lo que busca es conocer a la persona, hablarle con claridad, plantearle retos y entusiasmarle con aspectos positivos, de manera que encaje en el equipo".
Los jugadores suelen hablar bien de ellos, algo que desearía más de un ejecutivo de sus colaboradores. "No es de extrañar, cuando les tratas como a personas se obtiene el máximo rendimiento", señala Gómez, que destaca además la habilidad que tiene el entrenador del Real Madrid para que no haya barreras entre el jugador y el míster. Aunque, eso sí, "todo el mundo sabe que manda él". Guardiola, asegura Planellas, coloca al equipo en el centro del foco y él colabora. "Es curioso ver cómo no entra en provocaciones, es una persona fuerte y prefiere el silencio, defiende el orden y la estrategia", señala el docente de Esade.
Guardiola para algunos es todavía una incógnita, con el mérito de haber mantenido a un equipo de éxito, con un estilo de juego muy definido. "Ha conseguido no cambiarlo y eso es difícil, pero hasta que no entrene a otros equipos y pase momentos de dificultades no se verá el verdadero talento dirigiendo grupos", señala Gómez.
Y al igual que le sucede a muchos ejecutivos, Guardiola tiene poco recorrido empresarial (a pesar de que ha jugador en la liga italiana y en la de Qatar). Su carrera se ha forjado en el Fútbol Club Barcelona y ahí sigue. "Tiene cultura de la casa, el prestigio y el reconocimiento de toda la afición y eso es una ventaja", sostiene Gómez. Por el contrario, Mourinho tiene más mundo: ha sido intérprete, ayudante de entrenador, ha trabajado para el Oporto, el Sporting de Lisboa, el Chelsea, el Inter de Milán, y hasta coincidió con Guardiola en el FC Barcelona. "Es un profesional global, sabe relacionarse con diferentes culturas, con distintos socios, con la prensa, con el equipo, y eso se ve como un todo", señala el docente de Esade.
A la pregunta de en qué tipo de empresa tendrían éxito profesional existen coincidencias. "Pep tiene los valores de una empresa familiar, no le gusta destacar y prefiere que se hable de la empresa, no de él", señala Planellas, que colocaría a Mourinho en una multinacional, con un estilo rompedor. "Guardiola encaja en una empresa familiar y Mou en una multinacional de primer nivel que desee recuperar el número uno mundial", sentencia Gómez.
José Mourinho. La remuneración de 'the special one'
El mejor pagado: cuando el Chelsea le fichó en 2004 le convirtió en el director técnico mejor pagado del mundo, con un sueldo anual de 4,2 millones de libras. En su presentación lo dejó claro: "Soy campeón europeo, soy un tipo especial". A partir de ahí se le bautizó como The special one. Cuando el Real Madrid le fichó esta temporada le alzó de nuevo al podio: es el ejecutivo mejor pagado de España. Cobra diez millones de euros al año, superando al mismísimo consejero delegado de Banco Santander, Alfredo Sáenz, y al presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán.Retos: no le asustan. Tiene una gran confianza en sí mismo. Cuando llegó al equipo blanco, manifestó su propósito: "Quiero construir un nuevo Real Madrid desde cero".
Pep Guardiola. La discreción de un profesional de la casa
Una subida salarial: durante un tiempo estuvo deshojando la margarita: con el cambio de presidente en el FC Barcelona no tenía claro si él encajaría con la nueva directiva. Fue honesto al manifestar sus dudas. Fue fichado por Joan Laporta y su primer contrato ascendió a un millón de euros, a los que había que sumar las primas. Mostró una gran lealtad al jefe, aunque a veces sintiera que sus estilos eran distintos. El nuevo presidente del club, Sandro Rosell, le renovó este año el contrato, que podría ascender a unos seis millones de euros. Se espera mucho de él, sobre todo con un Real Madrid fuerte.Imagen: le preocupa y cuida su estilo en el campo, pero sobre todo en las ruedas de prensa, donde procura no entrar en provocaciones.
Cinco Dias
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