Campeón del mundo, campeón del mundo y de Europa Sub 21, campeón de la Liga de Campeones de clubes.
El reciente palmarés del fútbol español parece el currículo de un profesional que está lleno de títulos pero a quien no le alcanza el dinero para pagar el alquiler.
Con una deuda de unos US$5.200 millones y la amenaza de huelga de cientos de jugadores que no cobran, la prestigiosa liga a que pertenecen el Barça y el Real Madrid se enfrenta al riesgo de quiebra.
"El fútbol es el vivo reflejo de la economía española. Tenemos exactamente los mismos problemas: hemos gastado más de lo que ingresamos, hemos comprado mucho y muy caro y nos hemos endeudado en demasía. El resultado es un cóctel explosivo", le explica a BBC Mundo José María Gay, profesor de economía de la Universidad de Barcelona y experto en las finanzas del fútbol español.
La situación es tan delicada que la posibilidad de que desaparezcan equipos de primera y segunda división porque no son viables económicamente es real.
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Problema grave
Cerca de 30 clubes se han acogido a concurso de acreedores, mientras que más de 300 jugadores han denunciado que no les pagan. En cuanto a ese panorama el Barcelona y el Real Madrid parecen respirar tranquilos, a pesar de que también tienen números rojos.
"Cuando llega Sanrojas al Barça reformula las cuentas anuales y sale una situación de quiebra. La deuda del club es de US$790 millones. ¿Es una situación preocupante para equipos como el Barça o el Madrid? No, porque los ingresos que generan les permiten cubrir con tranquilidad el volumen de deuda. Ahora bien, el problema grave lo tienen el resto de clubes", detalla el experto.
Después del Barça y el Madrid, la Liga de las Estrellas se divide en el llamado grupo de los seis (Valencia, Espanyol, Sevilla, Real Sociedad, Athletic de Bilbao y Villareal), que aguantan el tirón de la crisis, y el resto.
"El Zaragoza, por ejemplo, tiene una deuda de US$200 millones y unos ingresos de US$50 millones", detalla Gay.
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La tele como tabla de salvación
El Barcelona y el Real Madrid, sin embargo, juegan con ventaja. A diferencia de otras ligas donde se negocian en conjunto los millonarios derechos de transmisión televisiva, los equipos azulgrana y merengue lo hacen por su cuenta, es decir, se venden a ellos mismos.
"En la Premiere League hay una mejor distribución de los derechos. Mientras que el Manchester United tiene una participación del 8%, el último de la tabla tiene un 3%. En España, el Barça puede tener el 25% y el Getafe el 1%. Así no se puede competir. Tal como están las cosas, habría que centralizar los derechos de televisión, hacer un plan de rescate del fútbol español", comenta el experto.
El grupo de los seis y el Barça y el Madrid han mantenido varios pulsos en ese sentido, incluída la amenaza de suspender la liga, como ocurrió hace un par de meses.
"El Barça está dispuesto a dar ese paso, pero el Madrid no. El Barça es un equipo poderoso y no le tiene miedo a una liga más igualada. El que haya más dinero para los demás clubes también significa que aumentarán los ingresos de la televisión, lo cual le beneficia. El Madrid, en cambio, no lo tiene claro. Si los demás equipos tienen más dinero para comprar jugadores, obviamente le harían la competencia", detalla Gay.
Y es que mientras la Premiere League factura US$1.800 millones al año por derechos de televisión, la Liga de las Estrellas factura US$840 millones.
Desaliento
"Sin duda, con ese excedente los clubes españoles podrían sanear sus cuentas. Ahora bien, como a las empresas españoles, al fútbol español le falta encontrar su propia dimensión global para ser económicamente competitivo", opina el especialista.
"No tenemos, por ejemplo, el producto Liga de las Estrellas para venderlo a China o a Australia, algo que sí pasa en el Reino Unido", subraya el investigador.
Y es que mientras que la estructura empresarial del Barça pertenece más al siglo pasado, la del Manchester United se ha convertido en un
holding de empresas que combinan el modelo empresarial deportivo estadounidense con la cultura europea del fútbol.
Para el experto, la principal consecuencia del desequilibrio del fútbol español es el desaliento que provoca entre sus seguidores.
"El aficionado es el que sostiene todo el aparato de la economía del fútbol. Yo, por ejemplo, sueño con el día en que mi equipo, el Espanyol, gane la Liga de las Estrellas o la Liga de Campeones. Si después de varios años me doy cuenta que eso nunca va a pasar, iré perdiendo el interés por el fútbol", señala.
BBC Mundo