A pesar de ser uno de los deportes donde más trabas se ha puesto a la introducción de nuevas tecnologías, sobre todo en el terreno de juego, el mundo del fútbol parece ahora querer llegar a un consenso de cara al mundial de Brasil en 2014.
Prueba de ello es la creación hace menos de un año del Centro Internacional de Innovación y desarrollo (CIID) de la Real Federación Española de Fútbol, destinado a desarrollar, entre otras cosas, proyectos a nivel tecnológico.Este miércoles, el CIID reunió por primera vez a clubes y federaciones de fútbol nacionales e internacionales con 30 empresas que se dedican a desarrollar tecnologías para este deporte.
Tecnología en el juego
"Creo que es importantísimo. En el control de estadios, en la seguridad, en muchísimas facetas del fútbol, la tecnología tiene un papel muy importante que jugar", dijo a BBCMundo José María García Aranda, director del CIID, poco después de inaugurar el primer Congreso de Fútbol y Tecnología en Madrid."La idea es ofrecer a todas las firmas que trabajan en aspectos tecnológicos relacionados con el fútbol la posibilidad de mostrar a las federaciones asistentes los estudios, proyectos y descubrimientos que han realizado y los que piensan realizar”.
Esto incluye desde dispositivos empleados en el terreno de juego, a sistemas de seguridad, programas informáticos para administrar clubes deportivos a sistemas para optimizar el rendimiento de los jugadores.
En la línea de gol
Una de las más polémicas son las tecnologías aplicadas en la línea de gol, cuya introducción actualmente se debate en la Asociación Internacional de Federaciones de Fútbol (FIFA).
Aunque la FIFA ha sido tradicionalmente reticente a incorporar este tipo de dispositivos, temiendo que la dinámica del juego se vea afectada, sucesos como el gol que le metió Inglaterra a Alemania en el mundial de Sudáfrica 2010, y que el árbitro no convalidó, han acelerado el debate.
"Se han presentado distintas tecnologías que pueden permitir determinar con precisión si el gol se ha producido o no", explicó Aranda.
"Unas se basan en un chip en el balón, otros se basan en cámaras, se trata de distintos dispositivos de control para medir su trayectoria".
Algunos expertos apuntan que la tecnología ganadora en este sentido sería el sistema de "ojo de halcón" que ya se utilizan en deportes como el tenis.
Aunque la FIFA ha sido tradicionalmente reticente a incorporar este tipo de dispositivos, temiendo que la dinámica del juego se vea afectada, sucesos como el gol que le metió Inglaterra a Alemania en el mundial de Sudáfrica 2010, y que el árbitro no convalidó, han acelerado el debate.
"Se han presentado distintas tecnologías que pueden permitir determinar con precisión si el gol se ha producido o no", explicó Aranda.
"Unas se basan en un chip en el balón, otros se basan en cámaras, se trata de distintos dispositivos de control para medir su trayectoria".
Algunos expertos apuntan que la tecnología ganadora en este sentido sería el sistema de "ojo de halcón" que ya se utilizan en deportes como el tenis.
Árbitros conectados
En el campo de juego, señaló Aranda, también se ha avanzado en tecnologías que permiten a los árbitros y asistentes de árbitro el comunicarse entre si más eficientemente.
Tradicionalmente equipados con banderillas para comunicarse a través de un sistema específico de señales, los árbitros ahora disponen también de dispositivos que vibran cada vez que un compañero sacude una bandera, para así no depender del constante contacto visual.
Además, algo que ya se pudo comprobar también en Sudáfrica, cada vez se emplean más sistemas de control de movimientos y rendimiento tanto de árbitros como de jugadores.
"Es una tecnología invisible", aclara Aranda, "se miden los recorridos que hacen los jugadores, las distancias... Se lleva el control sobre su rendimiento cardíaco, obteniéndose información de forma inmediata".
En muchos casos, se trata de cámaras de vídeo vinculadas a programas informáticos que analizan velocidades y distancias.
Estos dispositivos, también emplean sistemas biomecánicos para estudiar el movimiento de los sujetos, y así "analizarlos e intentar mejorarlos".
Tradicionalmente equipados con banderillas para comunicarse a través de un sistema específico de señales, los árbitros ahora disponen también de dispositivos que vibran cada vez que un compañero sacude una bandera, para así no depender del constante contacto visual.
Además, algo que ya se pudo comprobar también en Sudáfrica, cada vez se emplean más sistemas de control de movimientos y rendimiento tanto de árbitros como de jugadores.
"Es una tecnología invisible", aclara Aranda, "se miden los recorridos que hacen los jugadores, las distancias... Se lleva el control sobre su rendimiento cardíaco, obteniéndose información de forma inmediata".
En muchos casos, se trata de cámaras de vídeo vinculadas a programas informáticos que analizan velocidades y distancias.
Estos dispositivos, también emplean sistemas biomecánicos para estudiar el movimiento de los sujetos, y así "analizarlos e intentar mejorarlos".
Prevención de lesiones
Según la CIID, este tipo de cámaras y programas también se utilizan para estudiar el terreno y las condiciones de juego con el fin de evitar lesiones.
Estos aparatos estudian, por ejemplo, la composición de los terrenos de juego, datos que se emplean posteriormente para elaborar estudios estadísticos sobre dónde y cómo se producen las lesiones.
Esta información también se usaría para elaborar equipos como botas de fútbol.
Este tipo de tecnología preventiva también se está incorporando en las camisetas que usan los jugadores y árbitros, explicó Aranda, algunas de las cuales ya disponen de un "chip para monitorear al jugador y evitar que se produzcan lesiones".
La lista de aplicaciones tecnológicas para el mundo del fútbol es extensa, e incluye desde una serie de programas para gestionar clubes de fútbol a sofisticados sistemas de seguridad con cámaras de alta definición.
Pero curiosamente, reconoce Aranda, las redes sociales son una asignatura pendiente.
"El fútbol por su importancia social tiene una gran repercusión. Este capítulo no ha sido uno de los más desarrollados, pero no cabe la menor duda de que tiene una importancia muy grande".
Estos aparatos estudian, por ejemplo, la composición de los terrenos de juego, datos que se emplean posteriormente para elaborar estudios estadísticos sobre dónde y cómo se producen las lesiones.
Esta información también se usaría para elaborar equipos como botas de fútbol.
Este tipo de tecnología preventiva también se está incorporando en las camisetas que usan los jugadores y árbitros, explicó Aranda, algunas de las cuales ya disponen de un "chip para monitorear al jugador y evitar que se produzcan lesiones".
La lista de aplicaciones tecnológicas para el mundo del fútbol es extensa, e incluye desde una serie de programas para gestionar clubes de fútbol a sofisticados sistemas de seguridad con cámaras de alta definición.
Pero curiosamente, reconoce Aranda, las redes sociales son una asignatura pendiente.
"El fútbol por su importancia social tiene una gran repercusión. Este capítulo no ha sido uno de los más desarrollados, pero no cabe la menor duda de que tiene una importancia muy grande".
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