La comisaria de Justicia de la Unión Europea, Viviane Reding, pidió a Google que ponga en suspenso sus nuevas normas de privacidad previstas para el día 1 de marzo ya que, según varias autoridades comunitarias, no cumplen con la normativa europea de protección de datos.
La nueva política de Google, que tampoco cayó bien entre los expertos jurídicos de países como EEUU, prevé crear un perfil de datos del usuario utilizando todas las aplicaciones derivadas del buscador como redes sociales o programas de localización geográfica.
Tras recibir las dudas por escrito tanto de la autoridad europea de datos como de la autoridad francesa, Reding pidió a Google que no haga efectiva su nueva política de privacidad "hasta que se atenga totalmente a la legislación europea de protección de datos", informó la agencia Efe.
"Las compañías que ofrecen sus servicios a consumidores de la UE deben seguir las normas europeas de protección datos", dijo Reding mediante un comunicado.
"Como ya se estableció por la nueva legislación comunitaria del pasado 25 de enero, las compañías deben garantizar que sus normas de privacidad estén escritas en un lenguaje claro y comprensible y que los consumidores estén bien informados de las reglas", señaló.
"Por ello, estoy plenamente de acuerdo con la autoridad europea de datos en que Google debe retrasar la entrada en vigor de sus nuevas reglas de privacidad hasta que éstas estén en línea con la normativa de la UE", apuntó la comisaria de Justicia.
El supervisor francés ha remitido hoy mismo una carta a Google con copia a Reding, en la que lamenta que el gigante de Internet haya informado "muy someramente y solo pocos días antes de su entrada en vigor" a las autoridades nacionales europeas de las nuevas normas que iba a implementar la empresa.
El 25 de enero, la comisaria Reding presentó la primera de sus propuestas para actualizar la ley europea de protección de datos, una legislación impulsada en 1995, antes de la popularización de la red.
La nueva legislación propuesta por Bruselas, pendiente del sí de los países y de la Eurocámara, tiene el objetivo de facilitar a los ciudadanos borrar la información que aparece de ellos en buscadores como Google o en redes sociales como Facebook.
Con esta iniciativa, Reding quiere plasmar su vieja reivindicación de que los europeos tengan el derecho a "borrar su rastro en Internet" cuando lo deseen, aunque previamente hayan accedido a dar información sobre sí mismos colgando, por ejemplo, fotografías en las redes sociales.
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