Es de conocimiento público que las redes sociales y otros espacios de la web, albergan una inmensa cantidad de datos. Pero lo que no está tan a la vista es que un organismo como la CIA invierte en 'startups' de tecnología que recopilan esta información para sus intereses de inteligencia y espionaje. Aquí están algunos de los ejemplos más interesantes en los que la agencia norteamericana ha gastado dinero. No es nuevo que Facebook, Twitter y otras redes sociales son una fuente inagotable de datos. Precisamente debido a la información que todos los usuarios han puesto en ellas, representan una oportunidad para las agencias de información e inteligencia, pese a lo poco legítimo que esta acción pueda parecer.
La CIA se ha dado cuenta de esto y lleva tiempo invirtiendo en determinadas 'startups' que trabajan con bases de datos de diferentes sectores para realizar una vigilancia a su medida. A través de la empresa de capital riesgo In-Q-Tel la agencia de inteligencia estadounidense busca organizaciones emergentes o las crea desarrollando tecnologías que puedan servir a sus intereses.
El mejor 'software' se construye en Silicon Valley, no en el Pentágono, por lo que es allí donde In-Q-Tel busca inversiones. Dejando sus principios aparte, las compañías aceptan esta colaboración, presumiblemente, por la financiación así como por la posibilidad de obtener contratos federales.
La geolocalización es una de las tecnologías más importantes para la CIA por la información que representa. El caso de Geosemble, una inversión del grupo In-Q-Tel, es uno de los más notorios. Desde allí aseguran que "el 80% del contenido 'online' tiene información localizada" Afirman que su "misión" es arrojar luz sobre puntos geográficos sin datos y neutralizar amenazas, así como buscar oportunidades. Sin embargo, algo que parece enfocado a la seguridad pública podría volverse en contra de todos si se abusa de la información privilegiada que se logra recopilar.
Fortius One, por su parte, provee mapas instantáneos basados en 'tuits' e imágenes subidas. En concreto trata de rastrear amenazas a lo largo de Afganistán en el día de las elecciones.
La publicación ha recogido el caso de las 'startups' más calientes en las que ha invertido la CIA. Como agencia de seguridad, una de sus labores es la investigación. Por eso no sorprende que apueste por LensVector, una compañía capaz de crear cámaras de enfocado automático del tamaño de un céntimo.
Otro campo de acción es el de la energía. En él han encontrado AdaptivEnergy, que es capaz de extraer energía de impulsos eléctricos, vibraciones y hasta del caminar. Otras, como Qynergy, investigan pilas de gran duración y baterías de tamaño minúsculo como las que mueven los chips RFID. A la evolución de estos últimos se dedica otra 'startup' apoyada por la CIA, Thing Magic, que acaba de demostrar que les saben dar hasta 100 usos.
Vigilar la Red es otra de las tareas en las que están trabajando, por eso están gastando su presupuesto en pequeñas compañías capaces de leer lo que se publica en Internet. De este sector creciente han escogido Visible Technologies, FMS y StreamBase.
Más allá de controlar el presente, la agencia federal estadounidense también se ha lanzado a la 'predicción' del futuro invirtiendo en Recorded Future, una compañía que es capaz de crear enlaces entre webs antes de que estos tengan lugar.
Para terminar, una de las más conocidas. La CIA contrató a la compañía de videojuegos con mala reputación Destineer Studios para que crease simuladores para sus soldados. El problema es que escogió uno de los equipos de desarrollo estadounidenses con menos calidad.
El Mundo
La CIA se ha dado cuenta de esto y lleva tiempo invirtiendo en determinadas 'startups' que trabajan con bases de datos de diferentes sectores para realizar una vigilancia a su medida. A través de la empresa de capital riesgo In-Q-Tel la agencia de inteligencia estadounidense busca organizaciones emergentes o las crea desarrollando tecnologías que puedan servir a sus intereses.
El mejor 'software' se construye en Silicon Valley, no en el Pentágono, por lo que es allí donde In-Q-Tel busca inversiones. Dejando sus principios aparte, las compañías aceptan esta colaboración, presumiblemente, por la financiación así como por la posibilidad de obtener contratos federales.
La geolocalización es una de las tecnologías más importantes para la CIA por la información que representa. El caso de Geosemble, una inversión del grupo In-Q-Tel, es uno de los más notorios. Desde allí aseguran que "el 80% del contenido 'online' tiene información localizada" Afirman que su "misión" es arrojar luz sobre puntos geográficos sin datos y neutralizar amenazas, así como buscar oportunidades. Sin embargo, algo que parece enfocado a la seguridad pública podría volverse en contra de todos si se abusa de la información privilegiada que se logra recopilar.
Fortius One, por su parte, provee mapas instantáneos basados en 'tuits' e imágenes subidas. En concreto trata de rastrear amenazas a lo largo de Afganistán en el día de las elecciones.
Más 'startups' bajo control de la CIA
Además de estas 'startups' de localización, In-Q-Tel lleva a cabo inversiones en numerosas compañías tecnológicas, lo que permite a las administraciones estadounidenses estar presente en el desarrollo de innovaciones en otros campos. Forbes ha destacado otras como Thing Magic, Recorded Future, Visible Technologies, FMS, StreamBase, Destineer Studios, Sonitus Medical, Cleversafe, LensVector, AdaptivEnergy, Qynergy, Infinite Power Solutions o Image Tree Corp.La publicación ha recogido el caso de las 'startups' más calientes en las que ha invertido la CIA. Como agencia de seguridad, una de sus labores es la investigación. Por eso no sorprende que apueste por LensVector, una compañía capaz de crear cámaras de enfocado automático del tamaño de un céntimo.
Otro campo de acción es el de la energía. En él han encontrado AdaptivEnergy, que es capaz de extraer energía de impulsos eléctricos, vibraciones y hasta del caminar. Otras, como Qynergy, investigan pilas de gran duración y baterías de tamaño minúsculo como las que mueven los chips RFID. A la evolución de estos últimos se dedica otra 'startup' apoyada por la CIA, Thing Magic, que acaba de demostrar que les saben dar hasta 100 usos.
Vigilar la Red es otra de las tareas en las que están trabajando, por eso están gastando su presupuesto en pequeñas compañías capaces de leer lo que se publica en Internet. De este sector creciente han escogido Visible Technologies, FMS y StreamBase.
Más allá de controlar el presente, la agencia federal estadounidense también se ha lanzado a la 'predicción' del futuro invirtiendo en Recorded Future, una compañía que es capaz de crear enlaces entre webs antes de que estos tengan lugar.
Para terminar, una de las más conocidas. La CIA contrató a la compañía de videojuegos con mala reputación Destineer Studios para que crease simuladores para sus soldados. El problema es que escogió uno de los equipos de desarrollo estadounidenses con menos calidad.
El Mundo
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