Una fábrica del norte de China producirá robots diseñados para entrar en ambientes peligrosos y recopilar información de los accidentes mineros en yacimientos de carbón, según informó la agencia oficial de noticias Xinhua.
El robot, equipado con un blindaje a prueba de explosiones y una cadena de dirección, lo ha diseñado la compañía Kaicheng Electronics en la ciudad de Tangshan, situada en la provincia de Hebei. Según trabajadores de la empresa, la fábrica será capaz de producir 1.800 unidades anuales.
En 2009, más de 2.600 mineros murieron en yacimientos chinos de carbón a causa de la sobreexplotación, porque cada vez se tiene que perforar a mayor profundidad, lo que incrementa el riesgo de accidentes.
Ante esta situación, un nuevo reglamento entró en vigor el pasado 7 de octubre y en él se obliga a los jefes de las minas a bajar a los pozos junto a los trabajadores en un intento de reforzar las medidas de seguridad.
Con esta nueva ley, China pretende frenar la sobreexplotación, la precariedad de las medidas de seguridad y el número de accidentes.
El nuevo reglamento establece que si sucede un accidente y ningún responsable se encuentra en el pozo, se castigará a la compañía minera con una multa que puede alcanzar los 5 millones de yuanes (unos 583.256 euros), y se penalizará al responsable con una sanción equivalente al 80% de su salario del año anterior.
El Mundo
El robot, equipado con un blindaje a prueba de explosiones y una cadena de dirección, lo ha diseñado la compañía Kaicheng Electronics en la ciudad de Tangshan, situada en la provincia de Hebei. Según trabajadores de la empresa, la fábrica será capaz de producir 1.800 unidades anuales.
En 2009, más de 2.600 mineros murieron en yacimientos chinos de carbón a causa de la sobreexplotación, porque cada vez se tiene que perforar a mayor profundidad, lo que incrementa el riesgo de accidentes.
Ante esta situación, un nuevo reglamento entró en vigor el pasado 7 de octubre y en él se obliga a los jefes de las minas a bajar a los pozos junto a los trabajadores en un intento de reforzar las medidas de seguridad.
Con esta nueva ley, China pretende frenar la sobreexplotación, la precariedad de las medidas de seguridad y el número de accidentes.
El nuevo reglamento establece que si sucede un accidente y ningún responsable se encuentra en el pozo, se castigará a la compañía minera con una multa que puede alcanzar los 5 millones de yuanes (unos 583.256 euros), y se penalizará al responsable con una sanción equivalente al 80% de su salario del año anterior.
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