Una gimnasta de 15 años abre la candidatura japonesa que, desde el primer momento, hace uso de su principal reclamo: una apuesta por lo verde donde prima la preocupación medioambiental y el legado a las generaciones futuras.
El primer ministro japonés, Yukio Hatoyama (recién estrenado en el cargo), es el primero en tomar la palabra y lo hace recordando los valores del nuevo olimpismo, "una fraternidad entre hombre y naturaleza”.
Con el talante cortés y educado que les caracteriza, la delegación japonesa incide en sobre las que sabe que son sus bazas fuertes: una “inmejorable organización y una ciudad segura y dinámica”, recuerda al plenario el presidente de la candidatura de Tokio, Shintaro Ishihara.
Los japoneses hacen gala de la fama que tienen. “Ustedes nos han dicho que cuando un japonés hace una promesa la cumple”, apostilla el gobernador de Tokio. “Nuestras palabras son pocas, pero están llenas de sentimiento. Y cumpliremos todo lo que decimos”, prometen. Tanto que hasta venden su cultura y sus hobbies: "Karaoke para todos", dicen.
Una y otra vez, los diferentes ponentes inciden en el inmejorable transporte de la capital nipona, sus taxis eléctricos, sus infraestructuras hoteleras (mayores de las exigidas) y su apuesta por el deporte: “En Japón y el Tokio se respira deporte día a día", dicen. En lo deportivo afirman que su candidatura es óptima. Una villa olímpica céntrica, bien comunicada, con espacios de entrenamiento y condiciones excelentes para los atletas. Pero también saben que el apoyo popular es el punto flojo, por esos matizan en varias ocasiones que cuentan con él. Con una lonja de pescado cercana Varias cuestiones centran el turno de preguntas de los miembros del COI, que plantean los puntos más espinosos de la candidatura nipona: la ley antidopaje, el apoyo popular, la villa olímpica y el legado de los Juegos (algo en lo que dicen que la candidatura de Tokio no ha profundizado especialmente). Alberto de Mónaco se muestra especialmente interesado por las condiciones de los alojamientos y la villa, por su superficie y comodidades, a lo que la delegación asegura que es la mejor posible, y garantiza que la lonja de pescado de Tokio (la mayor del mundo) no provocará ruidos ni olores molestos a los deportistas. Otros miembros preguntan también por la situación de la reglamentación nipona sobre antidopaje (que los japoneses aseguran haber resuelto y adecuado ya a la reglamentación internacional). Sobre el apoyo popular aseguran que éste ha crecido en los últimos meses y que el 80,9% de los japoneses quieren los juegos y sabrán transmitirlos como legado para el mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario