Cuando el LHC, el acelerador de partículas más potente del mundo, se puso en marcha el año pasado, la jubilación de Tevatron, el viejo acelerador estadounidense, era inminente. Con una potencia siete veces menor que el nuevo gallo del corral, tendría pocas posibilidades de seguir produciendo resultados competitivos en la búsqueda de los mecanismos que rigen la materia. Uno de los trofeos más codiciados, el bosón de Higgs, la partícula que completaría el Modelo Estándar de física cuántica y explicaría por qué los objetos tienen masa, quedaría fuera de su alcance.
Sin embargo, el tropiezo inicial del LHC, que ha permanecido detenido durante un año por una grave avería, ha dado una última oportunidad al Tevatron. Según ScienceInsider, si todo va conforme a lo planeado, la máquina estadounidense tendrá un año más para seguir haciendo colisionar partículas y completar 26 años de trabajo con el hallazgo de la partícula de Dios, como se conoce al bosón de Higgs. El Departamento de Energía de EEUU ha solicitado para su próximo presupuesto los 13,3 millones de euros necesarios para que el acelerador pueda alargar su vida un año más y siga funcionando en 2011.
Con ese año de trabajo, los responsables del acelerador creen que serán capaces de explorar rangos energéticos aún desconocidos y encontrar el bosón de Higgs o descartar su existencia. La noticia sería una derrota para el LHC, al menos desde el punto de vista publicitario. El acelerador más potente del mundo fue vendido como la máquina que cazaría el higgs. Por suerte, su capacidad promete muchos otros descubrimientos de gran interés.
Los responsables del LHC ya han logrado refrigerar el acelerador hasta los 1,9 grados Kelvin (-271ºC) necesarios para lanzar protones a velocidades récord. En las próximas semanas, comenzará a lanzar protones, pero domar una máquina de esa potencia tomará tiempo. En EEUU quieren aprovecharlo.
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