Android 4.1 Jelly Bean lleva apenas tres meses en la calle y las críticas sobre la fragmentación del ecosistema persisten aún. Que el equipo de Google esté preparando la próxima entrega de su sistema operativo era de entrada, un hecho cuanto menos desconcertante.
Android and Me desvelaba la semana pasada algunas pistas sobre las características
que podría incluir la próxima versión, a la que además ponía fecha de
llegada; el próximo mes de noviembre. Ciertamente, las novedades que se
atribuían a la próxima versión apenas aportaban nada novedoso a lo que
ya cabe esperar de la próxima versión del SO: Key Lime Pie, o cualquiera que sea.
Para empezar se hablaba del nuevo centro de personalización. La
característica, como bien indica su nombre, iba a permitir a los
usuarios personalizar las diferentes capas visuales que conforman el sistema; desde los fondos de pantalla hasta los temas. Otro de los focos del equipo que dirige Andy Rubin estaría en lograr un menor consumo de energía, para lo que se apuntaba a una mejora de Project RoadRunner. Las actualizaciones y mejoras de Google Now o las aplicaciones nativas disponibles en la tienda virtual y el desbloqueo por reconocimiento facial serían otras de las novedades de la próxima versión.
¿Demasiado obvio?
Los rumores, finalmente, han quedado en agua de borrajas. Ha
sido Dan Morrill, miembro del equipo de Android quien ha respondido a
las especulaciones con un LOL (reírse en voz alta por sus siglas en
inglés)en su perfil de Google+. Poco después, el site ha publicado un post reculando sus afirmaciones y asegurando que nada de lo comentado está confirmado.
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