Una pequeña empresa cercana a París es pionera en tecnología que puede
"convertir el agua en oro." También pueden extraerse otros metales
preciosos como el platino, paladio y rodio, utilizando los mismos
métodos.
Magpie Polymers, 80 kilómetros al sureste de París, ha
desarrollado la nueva tecnología de un procedimiento perfeccionado por
la prestigiosa escuela Suiza Ecole Polytechnique en 2007.
El
proceso utiliza diminutos gránulos de resina plástica a través de los
cuales se bombean las aguas residuales. El oro, platino y otros metales
preciosos gradualmente se pegan a los gránulos y de esta manera se
separan de las aguas residuales. Un sólo litro de esta resina patentada
puede tratar de cinco a diez metros cúbicos de aguas residuales y
obtener de 50 a 100 gramos de metal precioso, que según Magpie Polymers
equivale de 3.000 a 5.000 euros en el mercado.
Los metales
preciosos se encuentran en pequeñas cantidades en muchos productos de la
vida cotidiana, como en los teléfonos móviles. Pero una vez que estos
objetos son desechados, el problema radica en la recuperación de las
partículas de metales preciosos. Una vez que han sido separados y
aplastados, algunos residuos industriales se disuelven con ácido en el
agua.
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