La compañía de Santa Clara (California) detalló hoy tras el cierre de
los mercados que el beneficio neto por acción entre enero y septiembre
fue de 1,65 dólares, frente a los 1,75 dólares del mismo periodo del
ejercicio precedente.
En lo que se refiere a los resultados del tercer trimestre -a los que más atención prestaban hoy los analistas estadounidenses-, Intel anotó un beneficio neto de 2.972 millones de dólares (2.270 millones de euros), un 14,3% menos que los 3.468 millones (65 centavos por título) del mismo periodo del año anterior.
Mientras, la facturación entre julio y septiembre ascendió a 13.457 millones de dólares (10.281 millones de euros), el 5,4% menos que los 14.233 millones de dólares facturados en el tercer trimestre del año anterior.
"Los resultados del tercer trimestre reflejan un contexto económico que continúa siendo difícil", afirmó al conocerse esos resultados el presidente y consejero delegado de la compañía, Paul Otellini, quien aseguró que "el mundo de los ordenadores está en medio de un proceso de avances en innovación y creatividad".
Asimismo, el máximo responsable de Intel destacó que la empresa seguirá fortaleciéndose en el sector de los Ultrabooks (ordenadores portátiles de pequeño formato comercializados por la compañía) y de la telefonía móvil, así como en una gama de tabletas que pronto llegará al mercado.
La empresa prevé ahora obtener ingresos del orden de los 13.600 millones de dólares en el último trimestre de su ejercicio fiscal.
Por áreas geográficas, Intel facturó en Asia y Pacífico en el tercer trimestre 7.695 millones de dólares, en el continente americano 2.852 millones, en Europa 1.775 millones, y en Japón 1.135 millones.
Las acciones de la compañía, uno de los treinta componentes del Dow Jones de Industriales, cerraron este martes con un ascenso del 2,85% en el mercado Nasdaq, y se han depreciado en lo que va de año el 7,84%.
En lo que se refiere a los resultados del tercer trimestre -a los que más atención prestaban hoy los analistas estadounidenses-, Intel anotó un beneficio neto de 2.972 millones de dólares (2.270 millones de euros), un 14,3% menos que los 3.468 millones (65 centavos por título) del mismo periodo del año anterior.
Mientras, la facturación entre julio y septiembre ascendió a 13.457 millones de dólares (10.281 millones de euros), el 5,4% menos que los 14.233 millones de dólares facturados en el tercer trimestre del año anterior.
"Los resultados del tercer trimestre reflejan un contexto económico que continúa siendo difícil", afirmó al conocerse esos resultados el presidente y consejero delegado de la compañía, Paul Otellini, quien aseguró que "el mundo de los ordenadores está en medio de un proceso de avances en innovación y creatividad".
Asimismo, el máximo responsable de Intel destacó que la empresa seguirá fortaleciéndose en el sector de los Ultrabooks (ordenadores portátiles de pequeño formato comercializados por la compañía) y de la telefonía móvil, así como en una gama de tabletas que pronto llegará al mercado.
La empresa prevé ahora obtener ingresos del orden de los 13.600 millones de dólares en el último trimestre de su ejercicio fiscal.
Por áreas geográficas, Intel facturó en Asia y Pacífico en el tercer trimestre 7.695 millones de dólares, en el continente americano 2.852 millones, en Europa 1.775 millones, y en Japón 1.135 millones.
Las acciones de la compañía, uno de los treinta componentes del Dow Jones de Industriales, cerraron este martes con un ascenso del 2,85% en el mercado Nasdaq, y se han depreciado en lo que va de año el 7,84%.
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