Un grupo de investigadores del Instituto Tecnológico de
Massachusetts (MIT) ha logrado desarrollar una tecnología que permite,
gracias a la luz solar y también a la luz artificial,
la recarga autónoma de teléfonos móviles, lectores de libros
electrónicos y otros dispositivos portátiles. Se trata de una tecnología
que, además de usar la luz solar y la luz artificial, es capaz de
reciclar y reutilizar la luz blanca trasera que los dispositivos pierden
en un 96% en forma de calor. Todo ello gracias a unas moléculas
fluorescentes insertadas en las pantallas de los dispositivos y capaces
de atrapar la luz y volver a re-emitirla.
Las conclusiones de esta investigación, liderada por el investigador español del Instituto Tecnológico de Massachusetts Amador Menéndez Velázquez, se han publicado en la revista Energy and Enviromental Science. Las pantallas convencionales de los dispositivos electrónicos consumen aproximadamente el 90% de la energía de la batería, consumo que podría "reducirse drásticamente con esta nueva tecnología", ha relatado a Efe Menéndez, que se encuentra de visita en España.
En esta nueva tecnología es precisamente la pantalla, junto a unas 'pinturas' -un conjunto de diferentes moléculas fluorescentes- depositadas sobre ella e invisibles al ojo humano, la que permite la captura de la radicación solar o la luz de interiores, ha explicado. Este científico ha apuntado que esta luz se guía a los bordes donde diminutas celdas solares la convierten en electricidad. En el caso de que el dispositivo esté bajo la luz natural, se lograría que éste fuera completamente autónomo e independiente de la red eléctrica, mientras que si la luz es interior se podría multiplicar por diez o por quince la duración de su batería.
Esto es posible gracias a la luz solar y artificial, pero no sólo, porque este nuevo sistema es capaz de reciclar la luz trasera, "evitando grandes pérdidas innecesarias", según el científico español. Menéndez ha detallado que los dispositivos electrónicos de pantalla plana como móviles, ordenadores y televisores proporcionan buena calidad de imagen pero son altamente ineficientes energéticamente. Funcionan mediante una técnica llamada de "retro-iluminación", donde una fuente de luz blanca emerge desde la parte trasera de la pantalla en dirección a los ojos del usuario, ha continuado.
Esta luz emitida llega a los ojos sólo entre un 4% y 8%, el resto se pierde en forma de calor en diferentes filtros y capas ópticas. En esta técnica, según Menéndez, se ha conseguido reciclar esta luz con la utilización de moléculas fluorescentes (capturan y re-emiten luz), lo que consigue frenar el consumo de baterías. "De esta manera, tras capturar la luz la emiten de nuevo, lo que permite su reutilización, ahorrando una gran cantidad de energía e incrementando significativamente la duración de las baterías en los dispositivos móviles", ha remachado este investigador del MIT y del Instituto Tecnológico de Materiales de Asturias (ITMA).
Esta técnica, con mayor contraste, permite también la lectura o visualización de contenido en condiciones de alta luminosidad. Según Menéndez, varias grandes compañías se han interesado ya por esta tecnología que, de cerrarse acuerdos, podría estar en el mercado en dos años.
Las conclusiones de esta investigación, liderada por el investigador español del Instituto Tecnológico de Massachusetts Amador Menéndez Velázquez, se han publicado en la revista Energy and Enviromental Science. Las pantallas convencionales de los dispositivos electrónicos consumen aproximadamente el 90% de la energía de la batería, consumo que podría "reducirse drásticamente con esta nueva tecnología", ha relatado a Efe Menéndez, que se encuentra de visita en España.
En esta nueva tecnología es precisamente la pantalla, junto a unas 'pinturas' -un conjunto de diferentes moléculas fluorescentes- depositadas sobre ella e invisibles al ojo humano, la que permite la captura de la radicación solar o la luz de interiores, ha explicado. Este científico ha apuntado que esta luz se guía a los bordes donde diminutas celdas solares la convierten en electricidad. En el caso de que el dispositivo esté bajo la luz natural, se lograría que éste fuera completamente autónomo e independiente de la red eléctrica, mientras que si la luz es interior se podría multiplicar por diez o por quince la duración de su batería.
Esto es posible gracias a la luz solar y artificial, pero no sólo, porque este nuevo sistema es capaz de reciclar la luz trasera, "evitando grandes pérdidas innecesarias", según el científico español. Menéndez ha detallado que los dispositivos electrónicos de pantalla plana como móviles, ordenadores y televisores proporcionan buena calidad de imagen pero son altamente ineficientes energéticamente. Funcionan mediante una técnica llamada de "retro-iluminación", donde una fuente de luz blanca emerge desde la parte trasera de la pantalla en dirección a los ojos del usuario, ha continuado.
Esta luz emitida llega a los ojos sólo entre un 4% y 8%, el resto se pierde en forma de calor en diferentes filtros y capas ópticas. En esta técnica, según Menéndez, se ha conseguido reciclar esta luz con la utilización de moléculas fluorescentes (capturan y re-emiten luz), lo que consigue frenar el consumo de baterías. "De esta manera, tras capturar la luz la emiten de nuevo, lo que permite su reutilización, ahorrando una gran cantidad de energía e incrementando significativamente la duración de las baterías en los dispositivos móviles", ha remachado este investigador del MIT y del Instituto Tecnológico de Materiales de Asturias (ITMA).
Esta técnica, con mayor contraste, permite también la lectura o visualización de contenido en condiciones de alta luminosidad. Según Menéndez, varias grandes compañías se han interesado ya por esta tecnología que, de cerrarse acuerdos, podría estar en el mercado en dos años.
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