En otro capítulo entre la creciente hostilidad entre EE.UU. y China, el senado estadounidense aprobó la discusión de un proyecto de ley que busca castigar a Pekín por supuestamente manipular la cotización de su moneda.
La ley debe ser sometida una votación final en el Senado, luego pasar por la Cámara de Representantes y finalmente recibir el visto bueno del presidente, Barack Obama.De aprobarse, le permitiría al gobierno estadounidense introducir impuestos a bienes importados de países que mantengan su moneda artificialmente baja para impulsar la exportaciones (léase China).
La reacción china no se ha hecho esperar. La cancillería del gigante asiático emitió un comunicado señalando que la ley podría llevar a una guerra comercial e instó a Washington a abandonar lo que describió como "políticas proteccionistas" que violan las reglas de la Organización Mundial del Comercio.
"Esa hipótesis (la guerra comercial) obviamente es posible, pero no creo que sea probable", señala a BBC Mundo Xulio Ríos, director del Observatorio de la Política China con base en Galicia, España.
"Creo que una guerra comercial afectaría de modo negativo y muy destructivo a ambas partes. Las dos economías son muy interdependientes y creo que ese escenario aboca a EE.UU y China a un proceso de negociación más intenso".
Nuevo intento
La discusión del proyecto de ley fue aprobada por una votación de 79 contra 19. Uno de sus partidarios, el demócrata Charles Schumer, ha estado intentando desde hace varios años introducir una ley que combata la supuesta manipulación cambiaria china, argumentando que "es una práctica depredadora, que socava la salud económica del sector manufacturero estadounidense y su habilidad para competir interna y globalmente".
"Ellos utilizan las leyes del libre comercio cuando son para su beneficio y las desdeñan cuando les conviene", agregó Schumer. "Durante años, los estadounidenses han hecho muecas, se han encogido de hombros, pero nunca han hecho nada efectivo para detener, en gran medida, la búsqueda de un mercantilismo desleal".
El gobierno chino responde señalando que el cambio de su moneda no es culpable por el desequilibrio comercial de Estados Unidos.
En ese sentido Ríos destaca que China ha tomado medidas para fortalecer el yuan y los problemas de EE.UU. continúan.
"Desde 2005 cuando China liberalizó parcialmente el yuan con una apreciación en estos últimos seis años, en torno al 20%, ni los problemas del desempleo ni los problemas del deficit de Estados Unidos se han solucionado".
Los partidarios de la ley sostienen que esta vez tiene más posibilidades de ser aprobada en el Senado porque justamente en EE.UU. han aumentado los ataques contra China por los problemas del déficit y el desempleo, que se encuentra en el 9,1%, pero en todo caso la palabra final la tendrá el presidente Obama.
"Aunque es incierto lo que pueda suceder con la ley, el factor que a mi modo de ver puede inclinar negativamente la balanza con respecto a su aprobación es que realmente no va a solucionar los problemas de fondo de la economía estadounidense, aunque efectivamente sí puede beneficiar electoralmente a sus promotores", apuntó Ríos.
"Ellos utilizan las leyes del libre comercio cuando son para su beneficio y las desdeñan cuando les conviene", agregó Schumer. "Durante años, los estadounidenses han hecho muecas, se han encogido de hombros, pero nunca han hecho nada efectivo para detener, en gran medida, la búsqueda de un mercantilismo desleal".
El gobierno chino responde señalando que el cambio de su moneda no es culpable por el desequilibrio comercial de Estados Unidos.
En ese sentido Ríos destaca que China ha tomado medidas para fortalecer el yuan y los problemas de EE.UU. continúan.
"Desde 2005 cuando China liberalizó parcialmente el yuan con una apreciación en estos últimos seis años, en torno al 20%, ni los problemas del desempleo ni los problemas del deficit de Estados Unidos se han solucionado".
Los partidarios de la ley sostienen que esta vez tiene más posibilidades de ser aprobada en el Senado porque justamente en EE.UU. han aumentado los ataques contra China por los problemas del déficit y el desempleo, que se encuentra en el 9,1%, pero en todo caso la palabra final la tendrá el presidente Obama.
"Aunque es incierto lo que pueda suceder con la ley, el factor que a mi modo de ver puede inclinar negativamente la balanza con respecto a su aprobación es que realmente no va a solucionar los problemas de fondo de la economía estadounidense, aunque efectivamente sí puede beneficiar electoralmente a sus promotores", apuntó Ríos.
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