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2011/09/16

La banda ancha es la nueva división entre naciones

Una nueva brecha tecnológica se abre entre los países ricos y los pobres, la de la bancha ancha para acceso a internet.
De acuerdo con un informe publicado por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), el acceso a la internet, y particularmente a la banda ancha fija, da idea del grado de desarrollo de los países, mejor que la tradicional medición basada en la telefonía.

"Justo cuando estábamos teniendo éxito en reducir la división digital original estamos viendo aparecer una nueva brecha, quizá más significativa: entre aquellos que disfrutan acceso rápido a un mundo en línea crecientemente rico en contenidos multimedia y aquellos que sufren con lentas conexiones vía telefónica", dice el reporte titulado "Banda Ancha: ¿la nueva división digital?".
Según la UIT, un organismo técnico de Naciones Unidas que agrupa a 191 países y más de 700 empresas del sector de telecomunicaciones, a principios del siglo XXI habían menos de 500 millones de celulares, mientras que hoy se registran cerca de 5.300 millones.
Por eso los técnicos del organismo consideran que la variable que con mayor precisión indica el grado de conexión y acceso a las comunicaciones de una sociedad es la disponibilidad de banda ancha.

Mundo interconectado

Para fines del 2010 un 30% de la población mundial, unos 2.000 millones de personas, estaba "en línea" o "conectada", en comparación con el 6% de diez años atrás.

Pero mientras dos tercios de los hogares de las naciones desarrolladas gozan de algún tipo de conexión, sólo lo tiene el 16% en las naciones más pobres, a pesar del notable crecimiento que la UIT dice observar en el número de internautas en China, Brasil, Rusia o India.
Las diferencias crecen más cuando se compara el acceso a banda ancha fija, distribuida por líneas telefónicas o sistemas de cables: en los países industrializados el nivel de penetración es del 24%, mientras en el resto del mundo sólo llegó a un 4,2%.
Pero la conectividad no es un tema sólo de datos técnicos, según señaló a BBC Mundo el periodista venezolano especializado en temas de tecnología, Edgar Rincón.
"Quizá China tiene un gran ancho de banda pero los ciudadanos no tienen un acceso a la información como podrían tenerlo la mayoría de los ciudadanos en América Latina", explicó Rincón.
"De nada te sirve tener grandes conexiones como las que tiene China y tener gran cantidad de gente conectada a internet si hay esa Gran Muralla que te impide salir al mundo, o hay restricciones de acceso como en China, donde ni puedes entrar a Facebook o a YouTube".

Futuro inalámbrico

Sin embargo, el informe explica que en el mundo desarrollado el crecimiento de la banda ancha fija ha bajado su ritmo, en beneficio de la internet de alta velocidad inalámbrica distribuida por torres de celulares, cuyas suscripciones entre 2009 y 2010 crecieron en 160%.

Mientras en las naciones industrializadas la evolución de los dispositivos móviles favorece el desarrollo de la internet inalámbrica, en países más pobres esa podría ser una tecnología para mejorar el acceso.
En ciudades con grandes sectores urbanísticamente informales, donde algunos servicios básicos como telefonía fija, luz o agua suelen no llegar por falta de redes de distribución, lo inalámbrico puede ser la solución.
"Ante la imposibilidad de lo operadores telefónicos de llegar con sus cables a las casas, el interés del mercado se ha dirigido al internet móvil", explica Rincón.
"Ahí es donde entran los Estados, en facilitar anchos de banda, los espectros necesarios para que las operadoras pueden montar redes de alta velocidad de transmisión de datos y puedan llegar a la mayor cantidad de personas en un país".

Internet derecho humano

En julio pasado, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU declaró que el acceso a internet era un derecho humano por ser una herramienta que facilita a las sociedades ejercer el resto de sus derechos.
La declaración del organismo multilateral se produjo luego de los eventos de la llamada Primavera Árabe, que según muchos observadores se nutrió de la información que vía móviles o redes sociales lograron esparcir los ciudadanos de países donde la comunicación estaba férreamente controlada.

En su reporte al Consejo, el Relator Especial Frank La Rue, sobre la promoción y protección del derecho a la libre opinión y expresión, la promoción del uso de internet "debe ser una prioridad para los estados".
"La naturaleza única y transformadora de la internet no sólo permite a los individuos ejercer su derecho a la libre opinión y expresión, sino también una cantidad de otros derechos humanos y para promover el progreso de la sociedad toda", escribió La Rue.
Al final, como ratifica la ONU, son los estados los que deben tomar las decisiones técnicas y políticas que ayuden a garantizar la mejor conexión para sus ciudadanos.
"El principal escollo radica en que los gobernantes de los países entiendan que estar conectados al mundo no es un peligro, no es una espada de Damocles, sino que es la tendencia a la universidad de las comunicaciones", aseguró Edgar Rincón.
Pero hay otras variables como tecnologías o costos que condicionan el uso que pueden hacer de internet los ciudadanos, y al menos en el caso de Cuba, un factor politico adicional que dificulta el acceso a ese mundo crecientemente interconectado.



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