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2011/09/30

¿Para qué gastarse 800 euros en un aparato que se usa en el baño?

El 35% de los propietarios de una tableta se van con ella al water. Al margen de que sea otra mala noticia para los periódicos de papel, la pregunta es: ¿Vale la pena gastarse 800 euros en eso o sirve la de 146? Por ejemplo Kindle Fire, la que acaba de anunciar Amazon.

Conocidas las características técnicas de la tableta de Amazon, la comparativa con el iPad, líder absoluto del mercado, no se aguanta. Sin embargo, pocos analistas dudan de su éxito. La clave es el precio: sus 199 dólares (146 euros), menos de la mitad que el iPad más barato, a costa de no tener cámara ni GPS ni otras ventajas. Jeff Bezos, jefe de Amazon, apuesta por lo que ya le funcionó en el lector electrónico Kindle: aparatos que hagan pocas cosas, pero bien y fácilmente.
Kindle Fire es fea. Sí, lo mismo se dijo, con justicia, de su lector electrónico; pero no impidió que la gente se lo llevara en el bolso (el lector ha triunfado principalmente entre las mujeres, la tableta entre los hombres).
Kindle Fire no vale para todo. Sí, lo mismo se dijo, con justicia, de su lector electrónico. Y la gente se lo compró.
El lector electrónico satisface al lector empedernido. Si alguien desea además ver las fotos de su familia, que no se compre el lector electrónico de Amazon. La tableta Fire mantiene la filosofía: un aparato para leer libros, oír música y ver películas. Todo descargado del ecosistema Amazon. A falta de concreciones, se ignora si esta tableta permitirá, por ejemplo, descargarse películas de Netflix, comprar discos en iTunes o escuchar música de Spotify.
La explosión de las tabletas, principalmente del iPad, ha generado muchos estudios y encuestas sobre el uso del aparato. Uno de los últimos es de Citigroup, realizado entre consumidores de China, Estados Unidos y el Reino Unido. El 62% confiesa que se comprará la tableta como juguete; sólo el 12% lo reemplazará a un ordenador. El 68% lo empleará para navegar y el 58% para consultar el correo. Otro estudio anterior, de Staples Advantage, entre empleados de empresas, señalaba que lo usa en el baño (35%), restaurantes (30%) y en la cama (78%). Como en el caso anterior, la principal función es la consulta del correo (75%), algo que se puede hacer perfectamente con el smartphone, sobretodo cuando en la mayoría de los casos se trata de tirar mensajes a la papelera. Si hay que escribir textos largos y algo cuidados, la tableta gana por ventaja, pero eso lo hace igual la de 150 que la de 800 euros.
El precio imbatible de la Kindle Fire (199 dólares) lo es comparado con Apple, Motorola, Samsung, HP o Dell, pero no con las marcas blancas. En la misma tienda de Amazon es posible encontrar tabletas más baratas que la suya y con características similares. Lo novedoso es el respaldo de una marca de prestigio como Amazon, garantía de calidad de servicio.
En la actualidad Amazon.com vende tabletas como Viewbook a 169 dólares (124 euros), Coby Kyros (159 dólares, 117 euros), Velocity (169 dólares, 124 euros) o Eken (88 dólares, 64 euros).
Todas ellas tienen en común pantallas de 7 pulgadas, 8 gigas de almacenamiento y el sistema operativo Android, aunque no el más avanzado (el de Kindle Fire, tampoco); no incluyen su navegador Chrome (Fire, tampoco) ni su tienda de aplicaciones (Fire tampoco), por lo que pueden ahorrar costes en licencias. No todos son marcas asiáticas, también se encuentra la tableta de la francesa Archos que por 180 dólares ofrece una pantalla de 10 pulgadas de alta definición, GPS y webcam.
Igual, con estos precios y aquellos usos, la clave no esté en cuántas cosas pueda hacer la tableta en tu baño, sino que el water cuente con una buena conexión wifi.

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