Nokia, el primer fabricante de móviles del mundo, anunció ayer su segunda mayor reestructuración en seis meses. Stephen Elop, al frente de la compañía finlandesa desde hace un año, explicó que van a suprimir 3.500 empleos, dentro del plan de medidas que está poniendo en marcha para crear una organización "más rápida y eficiente".
Entre tales medidas, también está el cierre a finales de año de la fábrica que Nokia tiene en la localidad rumana de Cluj, abierta hace cuatro años. Según explicó el directivo, las instalaciones que tienen en Asia proporcionan mayores beneficios en términos de proximidad y tamaño y responden mejor a su objetivo de centrar la fabricación de teléfonos en localizaciones cercanas a proveedores y mercados clave. Este cierre supondrá la salida de 2.200 trabajadores.
Nokia, igualmente, avanzó que recortará 1.300 puestos de trabajo de su unidad Location & Commerce, que incluye el negocio de mapas de Navteq. También dijo haber evaluado sus fábricas de Salo (Finlandia), Komarom (Hungría) y Reynosa (México), que seguirán prestando servicio a los clientes en Europa y Norteamérica, pero verán recortadas sus plantillas en 2012.
"Debemos dar pasos dolorosos, pero necesarios, para adaptar nuestra plantilla y nuestras operaciones a nuestro camino futuro", añadió Elop. Las medidas anunciadas se suman a las de abril, cuando la compañía dijo que reducía su plantilla en 4.000 personas para ahorrar 1.000 millones de euros.
Pertti Porokari, presidente del sindicato finlandés de ingenieros, aseguró a Reuters que Nokia "no tiene una política de recursos humanos; solo hablan de echar a gente. No comprendo cómo puede trabajar la gente allí, cómo pueden estar centrados", criticó.
Dinero para NSN
Nokia y su socio Siemens inyectarán 500 millones de euros cada una en Nokia Siemens Networks (NSN) para aliviar la delicada situación financiera de la compañía y favorecer su innovación en áreas como la banda ancha móvil y sus correspondientes servicios. La joint venture registró en 2010 una pérdida operativa de 686 millones de euros, pese a facturar 12.661 millones de euros.
Entre tales medidas, también está el cierre a finales de año de la fábrica que Nokia tiene en la localidad rumana de Cluj, abierta hace cuatro años. Según explicó el directivo, las instalaciones que tienen en Asia proporcionan mayores beneficios en términos de proximidad y tamaño y responden mejor a su objetivo de centrar la fabricación de teléfonos en localizaciones cercanas a proveedores y mercados clave. Este cierre supondrá la salida de 2.200 trabajadores.
Nokia, igualmente, avanzó que recortará 1.300 puestos de trabajo de su unidad Location & Commerce, que incluye el negocio de mapas de Navteq. También dijo haber evaluado sus fábricas de Salo (Finlandia), Komarom (Hungría) y Reynosa (México), que seguirán prestando servicio a los clientes en Europa y Norteamérica, pero verán recortadas sus plantillas en 2012.
"Debemos dar pasos dolorosos, pero necesarios, para adaptar nuestra plantilla y nuestras operaciones a nuestro camino futuro", añadió Elop. Las medidas anunciadas se suman a las de abril, cuando la compañía dijo que reducía su plantilla en 4.000 personas para ahorrar 1.000 millones de euros.
Pertti Porokari, presidente del sindicato finlandés de ingenieros, aseguró a Reuters que Nokia "no tiene una política de recursos humanos; solo hablan de echar a gente. No comprendo cómo puede trabajar la gente allí, cómo pueden estar centrados", criticó.
Dinero para NSN
Nokia y su socio Siemens inyectarán 500 millones de euros cada una en Nokia Siemens Networks (NSN) para aliviar la delicada situación financiera de la compañía y favorecer su innovación en áreas como la banda ancha móvil y sus correspondientes servicios. La joint venture registró en 2010 una pérdida operativa de 686 millones de euros, pese a facturar 12.661 millones de euros.
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