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2011/09/30

En Centroamérica muchos ya no quieren que llueva café

Tras años de mala racha cafetalera, parece que los mercados internacionales vuelven a sonreir al aromático grano, con un aumento de más del 100% en la cotización del café tipo arábico (de alta calidad), que entre diciembre de 2008 y septiembre de 2011 pasó de valer US$1,10 a US$2,30 la libra.

Algunos países como Honduras empiezan a hablar de una nueva fiebre del café, con jóvenes inversores que apuestan por producir lo que antaño fue una fuente de ingresos de mayor importancia para muchos países latinoamericanos.

Sin embargo, en otros países de la región, particularmente en Centroamérica, muchos no parecen confiar tanto en un cultivo que más de una vez ha dejado a sus productores con las manos vacías. Tienen todavía fresco en su memoria el recuerdo de un café cotizado a menos de US$0,50 en 2002, por debajo de su costo de producción.

Nuevo ciclo al alza del café

La subida del precio del café tiene su origen en un aumento de la demanda y una caída de la oferta.
El aumento de la demanda se debe principalmente a un mayor consumo de cafés finos, que creció desde el año 2000 a un ritmo promedio del 2,5% anual. Lo que supone un incremento del 25% en la última década.

Pero muchos países productores están reduciendo gradualmente su producción en el negocio cafetalero.
Según datos de la Asociación Nacional del Café en Guatemala (ANACAFE), la producción de este país pasó de 4,5 millones de sacos de 60kg a 3,4 millones en la última década, y se han dado descensos similares en las producciones de otros países centroamericanos tradicionalmente cafetaleros como Costa Rica (40%) y el Salvador (40%).
Otras nacionales latinoamericanas que experimentaron disminuciones sustanciales en la producción del café en la última década incluyen a México (20%) y Colombia (33%).
No obstante, en este último país, el tercer productor mundial después de Brasil y Vietnam, la producción de café aumentó en 41% en los primeros cinco meses del ciclo cafetalero de este año, indicó la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia.

Desconfianza en producto volátil

El motivo para la caída de la producción del café en muchos países de la región, según Ricardo Villanueva, presidente de ANACAFE en Guatemala es que "hace 40 años que se repite la misma historia".
"Dos o tres años de buen precio y seis o siete de crisis. Por lo que ahora el productor de café ya se lo piensa mucho".
"Los padres ya no recomiendan a los hijos continuar al negocio, sino que estudien una carrera y se dediquen a otra cosa", señaló.
Esta situación estaría llevando a que en países como Guatemala los productores de café estén envejeciendo sin perspectivas de un relevo, mientras que muchos otros optan cada vez más por sustituir sus cultivos por otros más rentables como el azúcar, el mango o la palma africana.

Honduras a contracorriente

Una excepción a la norma en Centroamérica es Honduras, cuyos productores están tratando de sacar tajada a este nuevo ciclo al alza del precio del café, alentados por las ayudas al sector del gobierno.
Según el Instituto Hondureño del Café (Ihcafé), el país prevé una subida de las exportaciones de un 12% en la próxima cosecha y el número de productores ha aumentado en los últimos años un 10%, situándose en un total de 102.000 en el país.
Pero expertos como Villanueva ven en esta maniobra una apuesta "arriesgada".
Y es que según él, a pesar de que los precios del café han subido, también lo han hecho los precios de producción, con un aumento del 150% en el precio de insumos como fertilizantes e incrementos en el costo de maquinaria y vehículos.
Por otra parte, se pronostica que Brasil, el mayor exportador mundial de café del mundo, producirá entre 2012 y 2013 cerca de 65 millones de sacos de café, "lo que va a tirar por los suelos el precio".
"Si países como Honduras tienen que pagar los préstamos que pidieron para producir cuando el precio esté bajo, corren un gran riesgo, teniendo en cuenta que las plantas tardan unos 3 años en empezar a producir", alertó.

Cambio climático

Por último, hay otro problema que preocupa cada vez más a los productores de café, al menos en Centroamérica; las dificultades climáticas que muchas fincas han tenido que afrontar en los últimos años.
El año pasado, la región sur-occidental de Guatemala vio como su cosecha descendió un 27%, a pesar de que se aplicaron los fertilizantes necesarios y se llevaron a cabo las podas de rigor.
El problema fue que la plantación no floreció por la tardanza de las lluvias.

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