En momentos en que demócratas y republicanos en Estados Unidos debaten sobre cómo subir el techo legal de la deuda y se habla de una posible suspensión de pagos si no se ponen de acuerdo antes del 2 de agosto, uno de los mayores interesados, China, sigue muy de cerca la controversia.
El banco central del país asiático es el mayor poseedor extranjero de bonos de la deuda soberana de EE.UU.Según datos del Departamento del Tesoro estadounidense, de mayo de 2011, China tiene US$1,16 billones en bonos, casi un tercio más de lo que se estimaba pocos meses antes.
Los analistas señalan que, gracias a esto, el potencial de China para influir en los precios de la deuda estadounidense es enorme.
Sin embargo, en su edición de este miércoles, el periódico estatal China Daily señala que los economistas chinos creen que es poco probable que llegue a haber un default de la deuda de EE.UU.
El diario cita a Xu Hongcai, especialista del Centro Chino de Intercambios Económicos Internacionales, diciendo que se trata sólo de "un juego político" entre los dos principales partidos estadounidenses.
"No creo que en EE.UU. habrá una crisis de la deuda pero sus altos déficits podrían forzar al gobierno estadounidense a recortar el gasto fiscal", le dijo Xu al periódico. Según el China Daily, esto podría provocar una reducción de las importaciones de China a corto plazo.
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¿Y si hubiera default?
Algunos funcionarios chinos han advertido recientemente que, de ocurrir un impago, incluso durante unos días, el dólar estadounidense se devaluaría."El resultado podría ser muy grave y espero que dejen de jugar con fuego", le dijo a la prensa Li Daokui, asesor del Banco Popular de China, el banco central, el mes pasado.
Li advirtió que "si ocurriera un default, el gobierno chino debería consultar con el de EE.UU.. China puede prometer que no vamos a vender nuestras tenencias de deuda de EE.UU., pero EE.UU. también debe prometer que no dañará nuestros intereses, garantizando la seguridad de nuestra inversión".
Otro economista chino, Zhuang Jian, del Banco Asiático de Desarrollo, explicó –según el China Daily de este miércoles- que el riesgo para su país es que, si el dólar estadounidense se debilita más, aumentarían los precios globales de las materias primas, lo que podría resultar en una mayor presión inflacionaria sobre China.
Por eso, de acuerdo al especialista, China debe mantener su política monetaria restrictiva y estar atenta a las entradas de capital especulativo internacional, que podrían impulsar aún más las burbujas de activos en el país asiático.
Por otra parte, el debilitamiento del dólar estadounidense frente al yuan haría más asequibles los activos a los inversionistas chinos.
Posibles efectos
Pero la gran pregunta es si, realmente, los legisladores de Estados Unidos pueden permitirse el lujo de que su país entre en default o de que las agencias calificadoras de riesgos le quiten su clasificación de AAA.Mohamed A. El-Erian, director ejecutivo de PIMCO, uno de los mayores inversionistas de bonos a nivel mundial, le dijo a la BBC que la indecisión actual de los legisladores "no es una buena noticia para la economía global porque ésta se basa y opera a partir del principio de que EE.UU. está en el mismo centro del sistema financiero: tiene la clasificación AAA, provee las reservas de monedas que otros países usan y es la nación que ofrece el mayor sistema financiero del mundo".
"Nadie quiere que su centro sea irresponsable y eso es lo que está pasando en Washington hoy en día", añadió.
Según él, es "muy probable" que se llegue a última hora a un acuerdo que evite el default, aunque no es muy seguro que esa medida logre mantener la máxima clasificación de las agencias calificadoras de riesgos.
El-Erian -autor de "When markets collide" ("Cuando los mercados chocan") y exempleado del Fondo Monetario Internacional- le explicó a la BBC que si EE.UU. pierde su triple A, la economía global se vería afectada en varios aspectos, entre ellos uno de los que más le preocupa a China, la garantía de la seguridad de los bonos del Tesoro.
En su opinión, también "provocaría un aumento de las tasas de interés en EE.UU., extendería la inseguridad e incrementaría la volatilidad de los mercados. Estos tres factores se traducen en menores inversiones, menor crecimiento y mayor desempleo".
El-Erian coincide con el análisis de varios economistas chinos de que los activos denominados en dólares estadounidenses podrían perder valor "porque es muy probable que el dólar se depreciará".
Y, como Xu Hongcai, piensa que los políticos de EE.UU. "están inmersos en su juego, esperando que van a salirse con las suyas en el último minuto, sin percatarse de que, entre tanto, podrían estar socavando la confianza".
"Quizás internamente tenga sentido pero les falta la perspectiva externa", concluyó.